San Pedro Sula, Honduras.
El tráfico aéreo de Honduras es tan bajo que ni la suma de todos los pasajeros de sus cuatro aeropuertos internacionales logra superar al de Comalapa de El Salvador.
El aeropuerto internacional monseñor Óscar Arnulfo Romero y Galdámez, conocido simplemente como Comalapa, inició operaciones en 1980 y desde entonces ha experimentado varias ampliaciones que ahora le permiten perfilarse como la segunda terminal más importante de la región, después del Tocumén de Panamá.
En 2014, este aeropuerto, ubicado a 40 kilómetros de San Salvador, registró un flujo de 2,453,217 pasajeros, de acuerdo con la Comisión Ejecutiva Portuaria Autónoma (Cepa) de El Salvador.
El año anterior, esta terminal alcanzó un tráfico de 2,725,458, una cantidad 10% más que en 2014.
Mientras que en los cuatro aeropuertos de Honduras hubo en 2014 un movimiento tímido, pues a través de ellos salieron y entraron 1,807,536 personas, indican cifras de Aeropuertos de Honduras.
Toncontín (Tegucigalpa), Ramón Villeda Morales (San Pedro Sula), Golosón (La Ceiba) y Juan Manuel Gálvez (Roatán) apenas llega al 75% del flujo observado en el único aeropuerto internacional del país vecino.
En el caso particular de Toncontín, ubicado dentro de Tegucigalpa, comparado con el Comalapa, que también pertenece a una capital, es una terminal de menor relevancia en la región considerando el tráfico de pasajeros.
Aeropuertos de Honduras, la empresa que opera Tocontín por concesión, cuantificó en 2015 apenas 772,504 pasajeros, cifra que representa el 28% del flujo del año anterior del de Comalapa.
En caso de que el Gobierno no renueve el contrato de concesión, Aeropuertos de Honduras deberá entregar los aeropuertos en 2020 sin haberlos llevado a un escenario de competitividad con los vecinos.
En 14 años de concesión, los aeropuertos no registraron crecimientos sustanciales, por ejemplo, dentro del ámbito de las salidas, en el año 2000 movieron 174,133 y en 2013 llegaron a 682,524, señalan estadísticas de la Superintencia de Alianzas Público Privadas (SAP).
El aumento apenas se ubicó en 508,391 pasajeros, a un ritmo de 36,313 nuevos pasajeros cada año en los cuatro puertos aéreos.
Bajo las circunstancias actuales, las cuatro terminales aéreas de Honduras juntas están lejos y les resulta imposible alcanzar las cifras del Comalapa y mucho menos las del Aeropuerto Internacional Tocumen de Panamá.
En 2014, por Tocumen pasaron (para embarcar y desembarcar) 8,536,342 pasajeros, indica un reporte estadístico emitido por la administración de esa terminal.
Ese número de pasajeros representó un 9.7% más que el visto en 2013 (752,014), porcentaje que supera el umbral de toda América Latina.
Según la Asociación de Transporte Aéreo Internacional (Iata), el crecimiento del tráfico de pasajeros (anual) en todos los aeropuertos del mundo en promedio es de 6.1%, en América Latina y el Caribe es de 5.8%.
El tráfico aéreo de Honduras es tan bajo que ni la suma de todos los pasajeros de sus cuatro aeropuertos internacionales logra superar al de Comalapa de El Salvador.
El aeropuerto internacional monseñor Óscar Arnulfo Romero y Galdámez, conocido simplemente como Comalapa, inició operaciones en 1980 y desde entonces ha experimentado varias ampliaciones que ahora le permiten perfilarse como la segunda terminal más importante de la región, después del Tocumén de Panamá.
En 2014, este aeropuerto, ubicado a 40 kilómetros de San Salvador, registró un flujo de 2,453,217 pasajeros, de acuerdo con la Comisión Ejecutiva Portuaria Autónoma (Cepa) de El Salvador.
El año anterior, esta terminal alcanzó un tráfico de 2,725,458, una cantidad 10% más que en 2014.
Mientras que en los cuatro aeropuertos de Honduras hubo en 2014 un movimiento tímido, pues a través de ellos salieron y entraron 1,807,536 personas, indican cifras de Aeropuertos de Honduras.
Toncontín (Tegucigalpa), Ramón Villeda Morales (San Pedro Sula), Golosón (La Ceiba) y Juan Manuel Gálvez (Roatán) apenas llega al 75% del flujo observado en el único aeropuerto internacional del país vecino.
En el caso particular de Toncontín, ubicado dentro de Tegucigalpa, comparado con el Comalapa, que también pertenece a una capital, es una terminal de menor relevancia en la región considerando el tráfico de pasajeros.
Aeropuertos de Honduras, la empresa que opera Tocontín por concesión, cuantificó en 2015 apenas 772,504 pasajeros, cifra que representa el 28% del flujo del año anterior del de Comalapa.
En caso de que el Gobierno no renueve el contrato de concesión, Aeropuertos de Honduras deberá entregar los aeropuertos en 2020 sin haberlos llevado a un escenario de competitividad con los vecinos.
En 14 años de concesión, los aeropuertos no registraron crecimientos sustanciales, por ejemplo, dentro del ámbito de las salidas, en el año 2000 movieron 174,133 y en 2013 llegaron a 682,524, señalan estadísticas de la Superintencia de Alianzas Público Privadas (SAP).
El aumento apenas se ubicó en 508,391 pasajeros, a un ritmo de 36,313 nuevos pasajeros cada año en los cuatro puertos aéreos.
Bajo las circunstancias actuales, las cuatro terminales aéreas de Honduras juntas están lejos y les resulta imposible alcanzar las cifras del Comalapa y mucho menos las del Aeropuerto Internacional Tocumen de Panamá.
En 2014, por Tocumen pasaron (para embarcar y desembarcar) 8,536,342 pasajeros, indica un reporte estadístico emitido por la administración de esa terminal.
Ese número de pasajeros representó un 9.7% más que el visto en 2013 (752,014), porcentaje que supera el umbral de toda América Latina.
Según la Asociación de Transporte Aéreo Internacional (Iata), el crecimiento del tráfico de pasajeros (anual) en todos los aeropuertos del mundo en promedio es de 6.1%, en América Latina y el Caribe es de 5.8%.