San Pedro Sula, Honduras.
Los embotellamientos que a diario se forman en diversos puntos de la ciudad y las altas temperaturas atentan contra la salud mental de los conductores.
Las autoridades de la Dirección Metropolitana de Tránsito dicen estar atentas al comportamiento. En algunos casos han observado que la intolerancia, agresividad e impaciencia está entre las causas de accidentes.
Jorge Rodríguez, director de Tránsito en San Pedro Sula, manifestó que tocar exasperadamente la bocina de los vehículos, sobrepasar bruscamente y molestarse porque el conductor que le antecede ceda el paso a un peatón son algunas de las acciones que más realizan los motoristas.
“Hemos encontrado muchas veces a personas que se desesperan en el timón y comienzan a pitar sin parar, esto hace que el de adelante también pierda la paciencia”, dijo.
Rodríguez indicó que la espera en el tráfico y el calor desespera a los conductores, que buscan llegar pronto a sus destinos.
Agregó que la educación debe comenzar en casa, sin embargo, señala que las frustraciones en el ciudadano son cada vez más notorias.
Tránsito registra más de cinco accidentes diarios. “Realizamos operativos, para que los conductores tengan más prudencia”.
Los conductores del transporte público son los más perjudicados emocionalmente por las presiones que van desde cumplir con la tarifa diaria, obtener ganancias y lidiar con el crimen organizado. La salud mental de los pobladores en general también se ve afectada.
Trastornos
“Hay personas que por su naturaleza son más irritables, más impulsivas, pero que con el tráfico esto se agudiza”, opina el siquiatra Bismark Espinoza. El profesional declaró que los trastornos de bipolaridad, ansiedad, ataques de pánico, ataques de rabia y el descontrol de los impulsos son los que se desarrollan con más frecuencia entre los sampedranos. Enfatiza en que algunas de las personas mientras esperan en el semáforo tienen temor de ser asaltados, lo que causa ansiedad y pánico.
“Actualmente, las evaluaciones psicológicas son incompletas e inadecuadas, se les está dando licencia a todos y eso debe cambiar”, aseveró.
Los embotellamientos que a diario se forman en diversos puntos de la ciudad y las altas temperaturas atentan contra la salud mental de los conductores.
Las autoridades de la Dirección Metropolitana de Tránsito dicen estar atentas al comportamiento. En algunos casos han observado que la intolerancia, agresividad e impaciencia está entre las causas de accidentes.
Jorge Rodríguez, director de Tránsito en San Pedro Sula, manifestó que tocar exasperadamente la bocina de los vehículos, sobrepasar bruscamente y molestarse porque el conductor que le antecede ceda el paso a un peatón son algunas de las acciones que más realizan los motoristas.
“Hemos encontrado muchas veces a personas que se desesperan en el timón y comienzan a pitar sin parar, esto hace que el de adelante también pierda la paciencia”, dijo.
Rodríguez indicó que la espera en el tráfico y el calor desespera a los conductores, que buscan llegar pronto a sus destinos.
Agregó que la educación debe comenzar en casa, sin embargo, señala que las frustraciones en el ciudadano son cada vez más notorias.
Tránsito registra más de cinco accidentes diarios. “Realizamos operativos, para que los conductores tengan más prudencia”.
Los conductores del transporte público son los más perjudicados emocionalmente por las presiones que van desde cumplir con la tarifa diaria, obtener ganancias y lidiar con el crimen organizado. La salud mental de los pobladores en general también se ve afectada.
Trastornos
“Hay personas que por su naturaleza son más irritables, más impulsivas, pero que con el tráfico esto se agudiza”, opina el siquiatra Bismark Espinoza. El profesional declaró que los trastornos de bipolaridad, ansiedad, ataques de pánico, ataques de rabia y el descontrol de los impulsos son los que se desarrollan con más frecuencia entre los sampedranos. Enfatiza en que algunas de las personas mientras esperan en el semáforo tienen temor de ser asaltados, lo que causa ansiedad y pánico.
“Actualmente, las evaluaciones psicológicas son incompletas e inadecuadas, se les está dando licencia a todos y eso debe cambiar”, aseveró.