San Pedro Sula, Honduras
La gravedad de la lesión, que la dejó sin movilidad en sus extremidades, y su estado de gestación la llevaron a permanecer en cuidados intensivos, pero tras una leve mejoría, Wendy sufrió una recaída y tuvo que ser sometida incluso a una traqueotomía para poder respirar y mantenerse con vida.
Tras el volante de su carro, Wendy Karina Motiño Duarte no se imaginó que esa noche del 21 de abril la vida le cambiaría a causa de la violencia que afecta a Honduras.
Wendy, quien es una catedrática universitaria y se desempeña como ejecutiva de ventas de publicidad digital, se trasladaba en su vehículo por una calle de San Pedro Sula cuando fue víctima de un intento de asalto en el cual recibió un impacto de bala en medio de dos de sus vértebras.
A pesar de sus 14 semanas de embarazo y de estar gravemente herida, la joven se aferró a la vida mientras era trasladada al hospital Mario Catarino Rivas y casi dos horas después a una clínica privada en donde los médicos hicieron todo o posible por salvarle la vida a ella y a su bebé.
 Wendy Motiño lucha por su vida.
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Pero el estado de salud no es lo único con lo que la hondureña lucha.
Debido a que la cuenta hospitalaria llegó al millón y medio de lempiras este jueves, la familia no solo decidió trasladar a Wendy al Instituto Hondureño de Seguridad Social, sino emprender una campaña para recaudar fondos que les permita seguir con el tratamiento.
En el sitio www.gofundme.com/ayudemosawendy la familia y amigos esperan recibir el apoyo de los hondureños y extranjeros que quieran poner su grano de arena para que la joven, su niño y su familia logren salir adelante y despertar de una dura prueba que empezó tras un volante, ese 21 de abril.
