Tegucigalpa, Honduras
El uso de productos y servicios financieros reporta de manera constante un creciente aumento en el mercado hondureño. Esa mejoría en los indicadores de acceso se explica por la ejecución de un programa de inclusión financiera que se ha venido ejecutando en los últimos años. Lo anterior ha dejado como resultado uno mayor acceso de la población femenina en el sistema financiero nacional.
El informe anual de la Comisión Nacional de Bancos y Seguros (CNBS), correspondiente a 2015, revela que los bancos comerciales, las sociedades financieras y las organizaciones privadas de desarrollo financiero reportaron 5,582,817 cuentas de ahorro. De ese número total, 96% de las cuentas corresponden a personas naturales (5,359,504) y 4% son de empresas (223,313).
Uno de los hallazgos más importantes de la CNBS es en relación con las cuentas de ahorro pertenecientes a las personas naturales, ya que el 50.3% corresponden al género femenino (2,808,157), mientras que el 49.7% al masculino (2,774,660). Asimismo, con relación a la distribución de estas cuentas por rango de edad, es importante indicar que el 29.35% corresponde a personas entre 18-30 años, el 45.47% entre 31-50 y 25.18% a personas mayores de 51 años.
Según ejecutivos de instituciones financieras consultados, la población femenina ha mostrado en los últimos años una cultura por el ahorro y, aunque su participación en el mercado laboral hondureño es menor que los hombres, las mujeres han entendido la importancia de abrir una cuenta para guardar su dinero producto de sus ingresos o de remesas. A lo anterior se agrega el impacto que ha tenido la Estrategia Nacional de Inclusión Financiera (ENIF) de la CNBS, teniendo en las beneficiarias de bonos y transferencias gubernamentales un fuerte segmento de mercado.
Los expertos consideran que la especialización de bancos y organizaciones privadas de desarrollo atendiendo a las mujeres también ha tenido un impacto en la participación del género femenino en el portafolio de productos y servicios, especialmente en cuentas de ahorro, las que posteriormente son usadas para acceder a préstamos para el establecimiento de sus propios negocios u otras actividades comerciales.
Un ejemplo de lo anterior es el nicho de las remesas familiares, ya que el 49.8% de los receptores en Honduras son las madres de los migrantes y el 12.3% sus cónyuges. No obstante, el porcentaje de bancarización es baja, ya que apenas 5.5% de los migrantes respondió que tienen una cuenta de ahorros o cheques en la banca nacional. Un pequeño grupo de bancos privados han desarrollado algunos productos para motivar a los migrantes a que aperturen cuentas de ahorro.
