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La MS quería llevar al alcalde de Talanga a presidir el congreso

  • 27 abril 2016 /

Tegucigalpa, Honduras.

La Mara Salvatrucha o MS-13 tenía invertidos en bancos, bienes y empresas más de 200 millones de lempiras producto de las extorsiones. Todo fue incautado por el Estado de Honduras en la llamada Operación Avalancha.

De acuerdo a la información clasificada de la Agencia Técnica de Investigación Criminal (Atic) a la que tuvo acceso LA PRENSA, con ese dinero pretendían llevar a la presidencia del Congreso Nacional al alcalde de Talanga, Francisco Morazán, Jorge Neftalí Romero, actualmente en prisión por los delitos de asociación ilícita y lavado de activos.

“La MS-13 se mutó, sus miembros dejaron las esquinas y el narcomenudeo, aunque no dejaron el tráfico de drogas. La Operación Avalancha dejó una estructura quebrada en los planes de gran magnitud que intentaban llevar a cabo: hacer que el alcalde de Talanga fuera elegido diputado y desde ahí postularlo a la presidencia del Congreso Nacional”, especificó la Atic.

El alcalde cayó en la Operación Avalancha, así como el oficial de policía, el comisario Álvaro García, el 23 de febrero. Ambos eran piezas fundamentales en la estructura de la MS.

“Comenzaron a traer a su círculo a miembros de todas las instituciones, de la clase política, como el alcalde. La idea era que llegara a ser presidente del Congreso, invirtieron mucho dinero y lo hicieron alcalde con fraude electoral”, reveló el agente de la Atic en el informe de Inteligencia.

Según la Fuerza antiextorsión, la MS-13 domina la extorsión en el transporte.
Seguimiento

Seis meses bastaron para que la Atic culminara el seguimiento exhaustivo que le realizó a la MS-13. El objetivo fue darle un duro golpe en su estructura creada a base de extorsiones.

En las interioridades del operativo Avalancha, el más grande ejecutado contra una mara que extendió sus tentáculos hasta la política y empresariado hondureño, se revela cómo los miembros de la mara dejaron de tatuarse, de vivir en cuarterías y barrios pobres para dedicarse a extorsionar a lo grande y convertirse en empresarios.

“Avalancha es una operación exitosa que se manejó en total secretividad, muy lejos de la Policía Nacional porque no estaban pasando un buen momento para trabajar con ellos. Se tomó la decisión y al final la Policía nos apoyó en un grupo de choque”, se agrega en el resumen del operativo.

Cabe señalar que la Atic no solo ha estudiado a la MS, sino también a la mara 18, rivales en las operaciones delincuenciales. Según la Agencia, dependencia del Ministerio Público y a pocos meses de cumplir dos años de operatividad, la 18 sigue en lo mismo, “lo único es que ya no se están tatuando, pero no han dado el salto que dio la MS con la ayuda de las extorsiones”.



Legalidad a gran escala

La Atic señaló que la MS giró tanto en su operatividad, que muchos de sus miembros hasta tienen visa para viajar a Estados Unidos y compran carros en las agencias como personas comunes porque han logrado legalizar sus quehaceres.

“Por ejemplo el contador de la MS tiene un perfil de estudios muy alto, le dicen el ‘máster’ porque es experto en finanzas. Viven como empresarios, pagan impuestos y operan sus negocios de manera normal. Pero todo el dinero proviene de las extorsiones”, explicó el investigador.

Las empresas

Las inversiones de la MS-13 tal y como se vio en la Operación Avalancha, llegaron a todo tipo de comercios como transporte de carga y de pasajeros, complejos habitacionales, autorrepuestos, laboratorios, hospitales y autolotes, entre otros.

“El modus operandi de la MS-13 en Honduras no es el mismo que en El Salvador y Guatemala. Solo es cuestión de investigar hacia dónde va el dinero que obtienen de la extorsión y de la venta de droga. Ya no están solo manteniendo a los cabecillas que están presos en centros penales, están invirtiendo en política y en Avalancha lo pudimos comprobar. Las investigaciones siguen y los operativos continuarán”, puntualizó el agente de la Atic.

Mientras las autoridades buscan nuevas formas para combatir a los extorsionadores, las maras continúan acechando los comercios y las empresas de transporte.

Ayer se conoció que un grupo de mareros se presentó a la empresa de Transportes Norteños a exigir el pago de extorsión y de paso asaltaron a algunos clientes.

“Venimos a darle seguridad a la ciudadanía, se están dando muchos problemas en el sector del transporte. Nos asignaron a venir acá pero no tenemos conocimiento de lo que pasó”, dijo un policía que fue enviado a resguardar la conocida empresa.

LA PRENSA constató que la empresa fue cerrada desde horas del mediodía. Trascendió que hombres fuertemente armados se presentaron en el lugar.