Tegucigalpa, Honduras.
Como parte del proceso de depuración y reestructuración de la Policía Nacional, la Comisión de Notables solicitó a la embajada de Estados Unidos en Tegucigalpa que facilite información en su poder de altos jerarcas, oficiales y agentes de las diferentes escalas que estén involucrados en actividades del crimen organizado y el narcotráfico en el país.
La petición contempla además la lista de todos aquellos miembros de la Policía que han sido investigados por su vinculación al narcotráfico y otras actividades ilícitas y que estén pedidos o se encuentren en una posible lista de hondureños solicitados en extradición para ser juzgados por la justicia norteamericana.
“Pedimos información al embajador de Estados Unidos (James Nealon) y estamos pendiente (de recibirla)”, confió a Diario LA PRENSA una fuente de la Comisión Especial de Depuración (CED).
La fuente indicó que si en la embajada cuentan con esa información se está pidiendo que la proporcionen lo más pronto posible para proceder en función del mandato legislativo y ejecutivo de adecentar la institución policial de todos aquellos miembros de la carrera implicados en actos reñidos con la ley.
La solicitud a la embajada se da en el justo momento que sale a luz una publicación del prestigioso diario estadounidense The New York Times en el que se asegura textualmente que “al general Arístides González lo mandaron a matar dos directores generales de la policía de Honduras que dirigieron la institución entre 2010 y 2013, los generales José Luis Muñoz Licona y José Ricardo Ramírez del Cid que, según la investigación de la propia Policía, trabajaban para el Cartel del Atlántico junto con más de dos docenas de oficiales de diversos rangos”.
De acuerdo al diario, los citados oficiales trabajaban para el supuesto capo de la droga Wilter Blanco, jefe del Cartel del Atlántico, quien les habría pagado una fuerte suma de dólares por asesinar al zar antidrogas en venganza por haberle frustrado la recuperación de 143 kilos de cocaína en un operativo montado por agentes de la desaparecida Dirección Nacional de Investigación Criminal (DNIC) en el sector de La Mosquitia.
Según el NYT, en julio de 2009, Wilter Blanco, un tipo gordito, rudo, de pelo rapado, prófugo de la justicia quiso tumbarle un cargamento de droga a Emilio Fernández Rosa, conocido como “Don H”, que tenía 143 kilos de cocaína en una casa de la Mosquitia.
“Blanco llamó al general de Policía José Francisco Murillo López, orondo y con cara de bonachón, y le propuso un negocio. Si sus agentes conseguían la droga, se la compraría. Después de pedirle autorización al director general de la policía, el General Salomón Escoto Salinas, Murillo López envió a 12 de sus hombres al lugar”, cita el diario.
La información llegó a manos del zar antidrogas, el general Julián Arístides González, quien unos días después encabezó un operativo que terminó con el arresto de los policías y el decomiso de la cocaína, lo cual al final le costó la vida un 8 de diciembre de 2009, establece el informe.
Pedidos de extradición
A raíz de esta publicación y la supuesta vinculación de estos y otros jerarcas policiales con el narco, ayer cobró fuerza en circulos políticos y de Gobierno la versión de que Estados Unidos prepara o tiene listas las solicitudes de extradición de dos o tres altos funcionarios policiales implicados en el tráfico de drogas.
LA PRENSA consultó a un alto funcionario del Poder Ejecutivo sobre esta versión, pero dijo que hasta ayer no había llegado ninguna solicitud nueva de extradición. Recordó que el año pasado el Estado de Honduras extraditó a Wilmer Alonzo Carranza, el primer policía expatriado a ese país por delitos de narcotráfico, por lo que no se descarta que otros corran el mismo destino.
“Muchas veces lo que ocurre es que aquí en Honduras la embajada de EUA tiene que traducir la solicitud al español y eso les puede tomar hasta dos días”, apuntó.
Marvin Ponce, asesor presidencial, aseguró ayer a LA PRENSA que en la nueva lista de extraditables figuran policías y militares que están vinculados con el narcotráfico.
Dijo que no estaba en condición de proporcionar nombres; pero “se maneja que hay dos o tres casos pendientes en la Corte Suprema de Justicia”.
Como parte del proceso de depuración y reestructuración de la Policía Nacional, la Comisión de Notables solicitó a la embajada de Estados Unidos en Tegucigalpa que facilite información en su poder de altos jerarcas, oficiales y agentes de las diferentes escalas que estén involucrados en actividades del crimen organizado y el narcotráfico en el país.
La petición contempla además la lista de todos aquellos miembros de la Policía que han sido investigados por su vinculación al narcotráfico y otras actividades ilícitas y que estén pedidos o se encuentren en una posible lista de hondureños solicitados en extradición para ser juzgados por la justicia norteamericana.
“Pedimos información al embajador de Estados Unidos (James Nealon) y estamos pendiente (de recibirla)”, confió a Diario LA PRENSA una fuente de la Comisión Especial de Depuración (CED).
La fuente indicó que si en la embajada cuentan con esa información se está pidiendo que la proporcionen lo más pronto posible para proceder en función del mandato legislativo y ejecutivo de adecentar la institución policial de todos aquellos miembros de la carrera implicados en actos reñidos con la ley.
La solicitud a la embajada se da en el justo momento que sale a luz una publicación del prestigioso diario estadounidense The New York Times en el que se asegura textualmente que “al general Arístides González lo mandaron a matar dos directores generales de la policía de Honduras que dirigieron la institución entre 2010 y 2013, los generales José Luis Muñoz Licona y José Ricardo Ramírez del Cid que, según la investigación de la propia Policía, trabajaban para el Cartel del Atlántico junto con más de dos docenas de oficiales de diversos rangos”.
El general Julián Arístides González fue asesinado por policías en diciembre de 2009.
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Según el NYT, en julio de 2009, Wilter Blanco, un tipo gordito, rudo, de pelo rapado, prófugo de la justicia quiso tumbarle un cargamento de droga a Emilio Fernández Rosa, conocido como “Don H”, que tenía 143 kilos de cocaína en una casa de la Mosquitia.
“Blanco llamó al general de Policía José Francisco Murillo López, orondo y con cara de bonachón, y le propuso un negocio. Si sus agentes conseguían la droga, se la compraría. Después de pedirle autorización al director general de la policía, el General Salomón Escoto Salinas, Murillo López envió a 12 de sus hombres al lugar”, cita el diario.
La información llegó a manos del zar antidrogas, el general Julián Arístides González, quien unos días después encabezó un operativo que terminó con el arresto de los policías y el decomiso de la cocaína, lo cual al final le costó la vida un 8 de diciembre de 2009, establece el informe.
Alfredo landaverde fue asesinado también por policías en diciembre de 2011.
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A raíz de esta publicación y la supuesta vinculación de estos y otros jerarcas policiales con el narco, ayer cobró fuerza en circulos políticos y de Gobierno la versión de que Estados Unidos prepara o tiene listas las solicitudes de extradición de dos o tres altos funcionarios policiales implicados en el tráfico de drogas.
LA PRENSA consultó a un alto funcionario del Poder Ejecutivo sobre esta versión, pero dijo que hasta ayer no había llegado ninguna solicitud nueva de extradición. Recordó que el año pasado el Estado de Honduras extraditó a Wilmer Alonzo Carranza, el primer policía expatriado a ese país por delitos de narcotráfico, por lo que no se descarta que otros corran el mismo destino.
“Muchas veces lo que ocurre es que aquí en Honduras la embajada de EUA tiene que traducir la solicitud al español y eso les puede tomar hasta dos días”, apuntó.
Marvin Ponce, asesor presidencial, aseguró ayer a LA PRENSA que en la nueva lista de extraditables figuran policías y militares que están vinculados con el narcotráfico.
Dijo que no estaba en condición de proporcionar nombres; pero “se maneja que hay dos o tres casos pendientes en la Corte Suprema de Justicia”.
La Comisión de Notables pidió el apoyo de Estados Unidos con información de policías.
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