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'Delincuente, aquí estoy en tu casa”, le dijo el zar a Wilter

  • 18 abril 2016 /

El informe de la Inspectoría General de la Policía Nacional relata que supuesto hermano del general José Luis Muñoz Licona era el “brazo derecho” del jefe del cartel del Atlántico.

San Pedro Sula, Honduras.

El asesinado director de la Lucha contra el Narcotráfico, Julián Arístides González, mostró su valentía al extremo de retar en su propia casa al jefe del cartel del Atlántico, Wilter Blanco.

“Delincuente, aquí estoy en tu casa, por qué no salís”, escribió Arístides en un papel que le dejó en su vivienda al capo de la droga.



Esa actuación de González está consignada en el expediente investigativo de la Inspectoría General de la Secretaría de Seguridad, el cual fue publicado por el The New York Times.

“Blanco, un capo gordito, rudo, de pelo rapado, ha tenido su centro de operaciones en la aldea de Planes, Colón, desde donde pidió que mataran al zar antidrogas”, señala el informe.

En 2009, según el informe, Blanco “quiso tumbarle un cargamento de droga a Emilio Fernández Rosa, conocido como “Don H”, que tenía 143 kilos de cocaína en una casa de la Mosquitia, en la costa Caribe de Honduras”.

Para lograr esa operación, “Blanco llamó al general de la policía José Murillo López y (...) le propuso un negocio”, según publicó The New York Times.

La propuesta consistió en que “si sus agentes conseguían la droga, se la compraría. Después de pedirle autorización al director general de la policía, el general Salomón Escoto Salinas, Murillo López envió a 12 de sus hombres al lugar”. Pero en escena apareció alguien que no esperaban: Julián Arístides González. Tras enterarse de que efectivos ejecutarían ese acto delictivo, “encabezó un operativo que terminó con el arresto de los policías y el decomiso de la cocaína”, apunta la investigación.

Wilter, según el informe se enfureció y decidió quitarle la vida al zar. Se puso en contacto con los jefes policiales para pedirles que lo aniquilaran.

El informe relata que “el subcomisario Nelson Martín Smith Hernández, inspectora Nancy Yessenia Cano Reyes, junto con su esposo clase III, Constantino Rigoberto González Martínez y el supuesto hermano del general José Luis Muñoz Licona (...) transportaron el dinero para pagar a los sicarios que ejecutaron el crimen contra el zar”.

El informe, de 169 páginas, afirma que el hermano de Luis Muñoz Licona, cuyo nombre no ha sido revelado, laboraba y era “brazo derecho” de Wilter Blanco.

Muñoz Licona, agrega el informe, le entregó el dinero al policía motorizado Gherluis Salgado Espinal y Francis Omar Ardón Torres (alias El Macho). Estos cometieron el crimen contra González y Landaverde.

El policía Omar Orlando Suárez (alias el muco) reclamó a Gherluis Salgado y Francis Omar Ardón Torres por qué a él no lo invitaron a matar a González y Landaverde.

Él estaba molesto con sus dos compañeros porque “recibieron buen billete por estas muertes”, relata el informe.

Orlando Suárez Bonilla solicitó la baja luego de enterarse de que sus amigos, Salgado Espinal y Ardón Torres aparecieron muertos tiempo después (a finales de 2011) de haber perpetrado los dos crímenes. De acuerdo con el informe, Suárez integraba una banda delictiva que opera en Tegucigalpa, la cual es dirigida por “un ciudadano de nombre Juan, más conocido como Juancito”.

Además de estos, el informe señala a Javier Leiva Gamoneda, quien colocó a cuatro agentes de tránsito en un puesto de control.

“Les dio instrucciones muy específicas. Llegaría una camioneta -de un delincuente- dijo en referencia al general González– seguida por otras tres y por una motocicleta de la Policía con agentes encapuchados”.