Tegucigalpa, Honduras.
La Misión de Apoyo Contra la Corrupción y la Impunidad en Honduras (Maccih) confirmó que sus primeras acciones irán orientadas en cuatro casos, que son el asesinato de Berta Cáceres, la depuración policial, el financiamiento de campañas y el tema de la corrupción estatal.
Para comenzar labores a partir de mañana que vienen a instalarse contarán con un presupuesto de 158 millones de lempiras (siete millones de dólares).
Los fondos provienen de donaciones hechas por la comunidad internacional, que se ha comprometido en acompañar las acciones de fortalecimiento del sistema de justicia hondureño a través de la Maccih.
La disponibilidad de los recursos fue confirmada por fuentes del Gobierno luego de anunciarse para mañana la llegada de los miembros del organismo, dependiente de la Organización de Estados Americanos (OEA).
De acuerdo al convenio de creación de la Maccih, aprobado por el Congreso Nacional y suscrito entre el presidente Juan Orlando Hernández y el secretario de la OEA, Luis Almagro, la instancia tendrá una vigencia de cuatro años, que podrían ser prorrogables.
Para este período se tiene presupuestada una inversión de alrededor de 32 millones de dólares que representan unos 700 millones de lempiras.
Los fondos serán facilitados por países cooperantes, según la OEA.
La Misión establecerá un grupo de jueces, fiscales y expertos internacionales de renombre y alto reconocimiento internacional, quienes proveerán acompañamiento, asesoramiento, supervisión o evaluación a las entidades del sistema de justicia hondureño.
Su papel
La Maccih estará encabezada por el peruano, Juan Jiménez Mayor, quien fue designado vocero del organismo que desde mañana comienza el proceso de instalación en Honduras.
La Maccih se comprometió a acompañar este proceso luego de que saliera a la luz un informe que involucra a la cúpula policial de 2009 en el asesinato del zar antidrogas, Julian Arístides González.
La Maccih también anunció que entre sus primeras diligencias trabajará en la investigación del financiamiento a las campañas de los partidos políticos y además indagará en casos relacionados con corrupción estatal.
La Misión presentará informes semestrales al secretario general de la OEA, sobre los trabajos que realiza incluyendo los avances, desafíos y posibles obstáculos detectados en las instituciones del Estado.
Francisco Guerrero, secretario para el fortalecimiento de la Democracia de la Maccih, afirmó en febrero que “la Misión será autónoma técnicamente y financieramente, lo que ofrece las garantías para la transparencia que requieren los hondureños, bajo parámetros de neutralidad. No será un organismo inoperante”, garantizó.
Y sentenció: “El objetivo es que se encuentren a los culpables “caiga quien caiga, sin distingo de partidos, con la Maccih nadie está blindado, la Maccih será inflexible”, manifestó.
La Misión de Apoyo Contra la Corrupción y la Impunidad en Honduras (Maccih) confirmó que sus primeras acciones irán orientadas en cuatro casos, que son el asesinato de Berta Cáceres, la depuración policial, el financiamiento de campañas y el tema de la corrupción estatal.
Para comenzar labores a partir de mañana que vienen a instalarse contarán con un presupuesto de 158 millones de lempiras (siete millones de dólares).
Los fondos provienen de donaciones hechas por la comunidad internacional, que se ha comprometido en acompañar las acciones de fortalecimiento del sistema de justicia hondureño a través de la Maccih.
La disponibilidad de los recursos fue confirmada por fuentes del Gobierno luego de anunciarse para mañana la llegada de los miembros del organismo, dependiente de la Organización de Estados Americanos (OEA).
De acuerdo al convenio de creación de la Maccih, aprobado por el Congreso Nacional y suscrito entre el presidente Juan Orlando Hernández y el secretario de la OEA, Luis Almagro, la instancia tendrá una vigencia de cuatro años, que podrían ser prorrogables.
Para este período se tiene presupuestada una inversión de alrededor de 32 millones de dólares que representan unos 700 millones de lempiras.
Los fondos serán facilitados por países cooperantes, según la OEA.
La Misión establecerá un grupo de jueces, fiscales y expertos internacionales de renombre y alto reconocimiento internacional, quienes proveerán acompañamiento, asesoramiento, supervisión o evaluación a las entidades del sistema de justicia hondureño.
Su papel
La Maccih estará encabezada por el peruano, Juan Jiménez Mayor, quien fue designado vocero del organismo que desde mañana comienza el proceso de instalación en Honduras.
La Maccih se comprometió a acompañar este proceso luego de que saliera a la luz un informe que involucra a la cúpula policial de 2009 en el asesinato del zar antidrogas, Julian Arístides González.
La Maccih también anunció que entre sus primeras diligencias trabajará en la investigación del financiamiento a las campañas de los partidos políticos y además indagará en casos relacionados con corrupción estatal.
La Misión presentará informes semestrales al secretario general de la OEA, sobre los trabajos que realiza incluyendo los avances, desafíos y posibles obstáculos detectados en las instituciones del Estado.
Francisco Guerrero, secretario para el fortalecimiento de la Democracia de la Maccih, afirmó en febrero que “la Misión será autónoma técnicamente y financieramente, lo que ofrece las garantías para la transparencia que requieren los hondureños, bajo parámetros de neutralidad. No será un organismo inoperante”, garantizó.
Y sentenció: “El objetivo es que se encuentren a los culpables “caiga quien caiga, sin distingo de partidos, con la Maccih nadie está blindado, la Maccih será inflexible”, manifestó.