El ministro de Seguridad de Honduras, Julián Pacheco Tinoco, descartó este martes una posible revuelta, insubordinación o sublevación en el interior de la Policía Nacional de Honduras tras el anuncio de que más de 1,400 uniformados serán despedidos y que la oficina más importante de esa institución, Casamata, será demolida.
'Yo digo que no, como ministro he estado monitoreando algunas actividades y sí hay comentarios adversos, hay comentarios negativos, pero al final la gente entiende que este es un proceso necesario', dijo Pacheco Tinoco.
El ministro de Seguridad afirmó que el proceso de depuración ya lleva una semana de avance para lograr 'que la ciudadanía vea en el policía a un ciudadano honorable'.
El exjefe de la Agencia de Inteligencia en Honduras sostuvo que se ha encontrado con un 'proceso no agradable (...) ya que a nadie le gusta que le digan: ‘hasta ahora va a trabajar’'.
Afirmó que hay policías 'que entienden que es para salvar a la institución, y a los que vienen atrás, y que es un proceso también de reconversión de la Policía Nacional'.
'Estamos haciendo un proceso revolucionario dentro de la Policía, estamos cambiando las reglas, cambiando el recurso humano y cambiando las instalaciones porque tenemos planes ambiciosos de dignificar al policía', explicó Tinoco.
Una Comisión de Notables integrada por Vilma Morales, Alberto Solórzano y Omar Rivera será presentada hoy por el presidente Juan Orlando Hernández después de que el poder Ejecutivo aprobara el decreto de reestructuración de la institución policial.
'Lo importante son los resultados, a veces entre más gente hay más gente se pierde en deliberar, a mí me parece que es importante para poder consensuar más rápido', explicó.
Apuntó que hay más de 2,000 policías en la lista de los que podrían salir de la institución.