Tegucigalpa, Honduras.
La muerte del líder del Consejo Cívico de Organizaciones Populares e Indígenas de Honduras (Copinh), Nelson García, no fue producto de los desalojos ocurridos en el sector de Tilapia, Río Lindo.
En un comunicado, la Policía Nacional señala que la muerte violenta de García, ocurrida la mañana del martes en Peña Blanca, Santa Cruz de Yojoa, “es un caso que no guarda ninguna relación con el desalojo”.
Aseguran que el desalojo se desarrolló de forma pacífica tras establecerse un diálogo con los dirigentes, “quienes entendieron que la acción obedecía a una orden judicial”. La muerte de este líder indígena se registró 13 días después de haber ocurrido el asesinato de la ambientalista Berta Cáceres, también miembro del Copinh.
Ambos hechos sangrientos despertaron el rechazo de la población y de la comunidad internacional, que ahora reclama el esclarecimiento de los hechos.
El embajador de EUA, James Nealon, condenó “el asesinato del activista (...) Nelson García. Al suceder en una fecha tan cercana al asesinato de su colega Bertha Cáceres, su muerte es causa de preocupación”.
Por su parte, el secretario de la OEA, Luis Almagro, también se pronunció: “Enérgica condena (por el) asesinato del líder indígena y de DD HH (derechos humanos) Nelson García en Honduras. Basta de impunidad”.
Ayer, en una reunión privada que se desarrolló en la Cancillería de la República, el titular de esa entidad, Arturo Corrales, y el fiscal general, Óscar Chinchilla, detallaron a los diplomáticos las acciones emprendidas para el esclarecimiento del hecho.
La muerte del líder del Consejo Cívico de Organizaciones Populares e Indígenas de Honduras (Copinh), Nelson García, no fue producto de los desalojos ocurridos en el sector de Tilapia, Río Lindo.
En un comunicado, la Policía Nacional señala que la muerte violenta de García, ocurrida la mañana del martes en Peña Blanca, Santa Cruz de Yojoa, “es un caso que no guarda ninguna relación con el desalojo”.
Aseguran que el desalojo se desarrolló de forma pacífica tras establecerse un diálogo con los dirigentes, “quienes entendieron que la acción obedecía a una orden judicial”. La muerte de este líder indígena se registró 13 días después de haber ocurrido el asesinato de la ambientalista Berta Cáceres, también miembro del Copinh.
Ambos hechos sangrientos despertaron el rechazo de la población y de la comunidad internacional, que ahora reclama el esclarecimiento de los hechos.
El embajador de EUA, James Nealon, condenó “el asesinato del activista (...) Nelson García. Al suceder en una fecha tan cercana al asesinato de su colega Bertha Cáceres, su muerte es causa de preocupación”.
Por su parte, el secretario de la OEA, Luis Almagro, también se pronunció: “Enérgica condena (por el) asesinato del líder indígena y de DD HH (derechos humanos) Nelson García en Honduras. Basta de impunidad”.
Ayer, en una reunión privada que se desarrolló en la Cancillería de la República, el titular de esa entidad, Arturo Corrales, y el fiscal general, Óscar Chinchilla, detallaron a los diplomáticos las acciones emprendidas para el esclarecimiento del hecho.