Tegucigalpa, Honduras
'Tengo tres hijos, mi esposo no tiene empleo, solo yo mantengo la casa', dijo entre el llanto Sandra, una mujer de 45 años, que fue despedida este miércoles de la Dirección Ejecutiva de Ingresos (DEI), oficina de Tegucigalpa, capital de Honduras.
'Nos agarraron de sorpresa, es una injusticia, sabemos que no podemos hacer nada, sabemos que no podemos hacer nada contra los del Gobierno porque somos indefensos', agregó.
El Gobierno despidió este miércoles a 1,500 empleados de la DEI en el marco del cierre de esta institución que era la encargada de administrar el Sistema Tributario y Aduanero de la República de Honduras.
Entre las investigaciones del Gobierno se detalló que muchos de los empleados supuestamente participaron en actos de corrupción y otros se coludieron con el crimen organizado.
'Si somos corruptos que nos investiguen', argumentó Sandra, quien laboró más de cinco años en la institución. Sostuvo que la investigación podría comenzar por investigar su patrimonio.
Explicó que 'no tenemos ni casas, pagamos alquiler. Yo había encontrado una oportunidad para seguir adelante. Ganaba 7 mil lempiras, que no es ni el salario mínimo. Tengo 45 años, ya no me dan empleo'.
Otro joven aseguró que 'hay muchos compañeros que se van llorando porque saben que la situación afuera no está fácil'.
Los trabajadores salieron con documentos y pertenencias personales custodiados de elementos de la Policía Militar del Orden Público (PMOP).
'Nos tratan como perros, no nos están dando ni las prestaciones', afirmó un joven de entre 25 y 30 años.
Otro trabajador acusó que este es un 'show mediático que ha armado el presidente y de esa ministra (Miriam Guzmán)'.
'Yo tenía 15 años de trabajar acá y me siento indignado. Es una estupidez cerrar una institución como esta', dijo.
Declaraciones de Miriam Guzmán
La ministra directora de la clausurada DEI, Miriam Guzmán, dijo el lunes que 'se le pagarán todos los derechos laborales a los empleados que por razones de no cumplir con los requisitos profesionales y técnicos que se están contemplando sea despedido de la institución'.
En conferencia de prensa la ministra directora de la DEI, garantizó el pago de los derechos laborales que les corresponden a los empleados.
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 Doña Sandra lloraba porque a sus 45 años considera que es casi imposible encontrar un nuevo empleo. |
 Esta fotografía corresponde a la DEI en San Pedro Sula. Una mujer saca sus pertenencias.
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 Mucha tristeza en los rostros de algunos de los trabajadores despedidos.
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 Dos empleadas de la DEI con sus pertenencias al aire libre después de ser despedidas por el Gobierno.
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 Un joven carga un microondas en medio del dolor después de haber sido despedido de su trabajo en San Pedro Sula.
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