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Berta Cáceres luchó contra los matones en su casa

  • 04 marzo 2016 /

Berta Cáceres gritó: ¿Quién anda ahí?, al escuchar que forzaban la puerta de su casa.

Intibucá, Honduras.

La ambientalista hondureña Bertha Cáceres murió en la sala de su casa en la colonia El Líbano de Intibucá, después de ser atacada a tiros por dos hombres que forzaron la puerta.

Según el testigo protegido Gustavo Castro Soto, quien se encontraba en una habitación, la dirigente indígena y defensora del medioambiente gritó: ¿Quién anda ahí? y luego se dio un forcejeo y los disparos.

En ese momento el mexicano Castro salió y vio dos hombres quienes también le dispararon hiriéndole en la cabeza, inmediatamente cayó al suelo y al parecer los matones lo dieron por muerto.

Berta Cáceres forcejeó con los atacantes que le fracturaron una mano y el pie izquierdo.

Tristeza

El representante de asuntos legales del Consejo Cívico de Organizaciones Populares e Indígenas de Honduras (Copinh), Sotero Chavarría, aseguró que fue el primero en llegar a la casa de Berta en El Líbano.

'No había llegado nadie, yo fui el primero en llegar, me llamaron como a la 1:00 de la madrugada, me metí a la casa, pensé que estaba con vida, ella estaba boca arriba con disparos en el pecho, estaba en su cuarto, se cayó de la cama, llevé el carro para trasladarla al hospital, pero la encontré ya muerta', relató Chavarría.

En las uñas de Cáceres encontraron fragmentos de piel a los que se podrían realizar pruebas de ADN, un elemento clave en la investigación que realizan las autoridades.

De acuerdo a testigos, el miércoles en la noche dos vehículos rodearon la vivienda de su madre, María Flores López (83) en el barrio El Calvario.

'Hay un despliegue de cinco equipos y en conjunto se está trabajando en la recuperación de las evidencias de las pruebas y esperamos que en el transcurso del día promover la acción', explicó Raúl Zavala, coordinador de fiscales de Intibucá.

También pidió a la población esperar porque las investigaciones toman tiempo y que 'durante el día se va a proceder'.

Los restos de la dirigente indígena hondureña Berta Cáceres, asesinada el jueves, son velados hoy en su ciudad natal, La Esperanza, entre el dolor de sus familiares y amigos, quienes condenaron el hecho y exigen justicia, mientras las autoridades investigan el caso.

El féretro de Cáceres, que será enterrada el sábado, llegó la madrugada de hoy a su casa en la ciudad del departamento occidental de Intibucá, cubierto con la bandera de Honduras, azul y blanco.

'Las transnacionales la mandaron a matar', aseguró Gustavo Cáceres, hermano de la dirigente indígena y ambientalista, en La Esperanza, al agradecer a los embajadores de Estados Unidos, James Nealon, y de la Unión Europea, Ketil Karlsen, por las muestras de solidaridad que le expresaron a su familia al asistir al velatorio de Berta Cáceres.

Berta Cáceres será enterrada esta sábado a la 1:00 pm.
Mexicano fingió muerte

El sociólogo mexicano Castro se quedó en la vivienda de Cáceres para conectarse a Internet y trabajar en el material de la capacitación que impartía a miembros del Copinh.

El Copinh relató que Cáceres y el mexicano Castro, perteneciente a la organización Amigos de la Tierra México y otras agrupaciones, 'fueron víctimas de una agresión con arma de fuego, lo que causó la muerte de Berta y lesiones graves a Gustavo'.

Explicó que un grupo de hombres armados entró por la puerta trasera de la vivienda y disparó contra ambos. 'Las primeras detonaciones fueron en contra de Berta provocando su muerte. Gustavo Castro recibió dos impactos de bala, uno de los cuales le rozo la mejilla y otro en la mano, rodando por el piso haciendo creer a sus atacantes que había muerto'.

La policía dijo que hay un sospechoso detenido y Copinh denunció que el arrestado es un miembro de esa organización identificado como Aureliano, Molina, y considera que 'es posible notar' que pretenden acusarlo de 'cometer un crimen pasional (...) además de fabricar evidencia para señalar a otros integrantes del Copinh como culpables o cómplices del crimen'.

Foto: La Prensa

Berta Cáceres tenía medidas cautelares por la CIDH.