El ministro de Seguridad, Julián Pacheco, reconoció este jueves que había una orden de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) para proteger la vida de la dirigente indígena ambientalista Berta Cáceres, ultimada en su casa La Esperanza, Intibucá.
'La Policía tenía la responsabilidad de protegerla, era una protección coordinada con ella, era a petición de ella que se enviaba patrulla y personal a su residencia para darle seguridad', argumentó en una conferencia de prensa.
Pacheco explicó que 'ante las medidas cautelares solicitadas por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), la Policía Nacional daba cumplimiento a las mismas en coordinación con Berta Cáceres. El sistema de seguridad que se le daba era un patrullaje en su residencia en el barrio El Calvario de La Esperanza, sin embargo a ella se le había asignado una seguridad permanente, pero a solicitud de ella se estableció este tipo de patrullaje nada más, porque ella consideraba que no necesitaba tener tanta seguridad como se le había asignado'.
'El domicilio que ella había reportado a la Policía Nacional en Intibucá era en el barrio El Calvario, sin embargo ella era propietaria de otra residencia en el barrio El Líbano, donde ella murió, la cual no estaba registrada en nuestros datos como parte de su domicilio, no estamos excusando este caso', informó el ministro.
De acuerdo a Pacheco, la coordinadora del Consejo Cívico de Organizaciones Populares e Indígenas de Honduras (Copinh) se le daba seguridad cuando ella salía de La Esperanza hacia otras regiones del país.
'El vigilante de la colonia fue detenido para investigación, la Policía no está diciendo que es el responsable de este hecho lamentable, pero sí él nos va aportar mucha información de los supuestos criminales que participaron', confirmó.
También anunció que hay un equipo de inteligencia trabajando en la zona para dar con el paradero de los responsables del asesinato de Berta Cáceres.
Casa de Berta Cáceres donde fue asesinada a balazos.
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