San Pedro Sula, Honduras.
Por lavado de activos y asociación ilícita tiene orden de captura el doctor Miguel Ángel Ochoa, dueño de la Clínica Ochoa, asegurada por orden de un juzgado por tener nexos directos con la mara Salvatrucha (MS 13) que legaliza el dinero de las extorsiones con la compra de propiedades y la inversión en empresas de diferentes actividades.
Según la acusación presentada ante un juez de jurisdicción nacional, el doctor Ochoa es jefe de la organización criminal dedicada al lavado de activos, pues con dos asociaciones mercantiles a su nombre y de sus hijas comenzó a legalizar el dinero que los jefes de la MS recolectaban de las extorsiones en San Pedro Sula. Las investigaciones de la Dirección de Lucha Contra el Narcotráfico (DLCN) y la Agencia Técnica de Investigación Criminal (Atic) afirman que “la clínica Ochoa comenzó negocios cuando los miembros de grupos organizados eran auxiliados en ese centro médico y después de ganarse la confianza de los malvivientes comenzaron con el negocio de venta de drogas y luego con el lavado de activos en gran escala”.
En sus primeros años de fundación, la Clínica Ochoa ubicada en la 20 calle y 8 avenida del barrio Las Palmas, era uno de los centros emblemáticos de San Pedro Sula, adonde muchos ciudadanos recurrían por servicios médicos; pero con el aumento de la incidencia de heridos de bala, su prestigio fue decayendo.
Los miembros de la pandilla MS la consideraron su refugio, ya que cuando eran heridos eran asistidos en el centro médico.
Es así que comienza el negocio de la venta de droga que se extendió al lavado de activos con la participación voluntaria del dueño de la clínica, Miguel Ángel Ochoa Centeno, dicen los investigadores.
Buscaban a Ochoa
Durante la Operación Avalancha, el doctor Ochoa, sobre quien pesa una orden de captura, era uno de los objetivos, pero los equipos encargados no lo encontraron en la clínica ni en la casa donde estaban sus hijas ubicada en la colonia San Carlos de Sula.
En esa vivienda en una caja fuerte incrustrada en una pared encontraron fajos de billetes de 500 lempiras y en un depósito oculto (caleta) otra fuerte cantidad que en su total sumo 10,700,000 lempiras.
Por ese decomiso de dinero fueron acusadas ayer la exesposa del doctor Gloria Membreño, su hija Johana Edith Ochoa Membreño y la empleada doméstica María Adelaida Mejía García, a quien le encontraron parte del dinero decomisado adherido a su cuerpo. A las tres mujeres la Fiscalía Especial Contra el Crimen Organizado les imputó los delitos de lavado de activos y asociación ilícita y las envió al centro penal.
Nexos con la MS
Las investigaciones ligan directamente al doctor Miguel Ángel Ochoa con el jefe de la MS, Alexander Mendoza, con quien inició negocios desde hace varios años.
Mendoza, a quien apodan el Porkis, es el líder de la asociación criminal MS, en la que colaboran altos mandos de la Policía Nacional y de Investigación en el país.
La mayoría de las propiedades aseguradas en la Operación Avalancha son propiedad de Mendoza y otra buena cantidad está a nombre de varias de sus mujeres, así como de sus hijos y parientes. Otras de las casas y lotes de terrenos están a nombre de Jairo Anwar, otros de los líderes de la MS, asegura la Policía.
Los dos cabecillas de la MS fueron capturados por la DPI (Dirección policial de Investigación), la FNA (Fuerza Nacional Antiextorsión) y Serca (Sección de Análisis de la Policía) en diciembre de 2015 en el campo de fútbol Patria Maratón ubicado en el barrio Paz Barahona en el cual jugaban un partido de fútbol.
En la redada fueron apresados seis miembros de la mara y en un informe de investigación de la Atic se estableció que los sospechosos fueron llevados para la sede de la DPI, pero nunca fueron expuestos ante los medios de comunicación y tampoco se dijo públicamente de la acusación.
El Porkis y Anwar fueron acusados por asociación ilícita por la que fueron enviados al centro penal donde permanecen. El auto de prisión fue apelado por sus abogados que aún esperan resolución por parte de la Corte de lo Penal de San Pedro Sula.
Por lavado de activos y asociación ilícita tiene orden de captura el doctor Miguel Ángel Ochoa, dueño de la Clínica Ochoa, asegurada por orden de un juzgado por tener nexos directos con la mara Salvatrucha (MS 13) que legaliza el dinero de las extorsiones con la compra de propiedades y la inversión en empresas de diferentes actividades.
Según la acusación presentada ante un juez de jurisdicción nacional, el doctor Ochoa es jefe de la organización criminal dedicada al lavado de activos, pues con dos asociaciones mercantiles a su nombre y de sus hijas comenzó a legalizar el dinero que los jefes de la MS recolectaban de las extorsiones en San Pedro Sula. Las investigaciones de la Dirección de Lucha Contra el Narcotráfico (DLCN) y la Agencia Técnica de Investigación Criminal (Atic) afirman que “la clínica Ochoa comenzó negocios cuando los miembros de grupos organizados eran auxiliados en ese centro médico y después de ganarse la confianza de los malvivientes comenzaron con el negocio de venta de drogas y luego con el lavado de activos en gran escala”.
LAS FOTOS QUE DEJÓ LA OPERACIÓN AVALANCHA
El dinero de las extorsiones era lavado por las empresas Centro Médico Hospitalario Ochoa y la empresa Clínica y Hospital de Emergencias Ochoa que aunque fueron creadas en los años 2003 y 2004, su crecimiento económico comenzó a notarse desde 2012 y con los años fue creciendo.
Ochoa Centeno y sus hijas aparecen como socias de dos asociaciones mercantiles formadas en 2003 y 2004. Según personas cercanas a la familia, el doctor Ochoa, quien está siendo buscado por las autoridades, ha sufrido problemas de salud debido a la acción legal emprendida en su contra.
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Los miembros de la pandilla MS la consideraron su refugio, ya que cuando eran heridos eran asistidos en el centro médico.
Es así que comienza el negocio de la venta de droga que se extendió al lavado de activos con la participación voluntaria del dueño de la clínica, Miguel Ángel Ochoa Centeno, dicen los investigadores.
Buscaban a Ochoa
Durante la Operación Avalancha, el doctor Ochoa, sobre quien pesa una orden de captura, era uno de los objetivos, pero los equipos encargados no lo encontraron en la clínica ni en la casa donde estaban sus hijas ubicada en la colonia San Carlos de Sula.
En esa vivienda en una caja fuerte incrustrada en una pared encontraron fajos de billetes de 500 lempiras y en un depósito oculto (caleta) otra fuerte cantidad que en su total sumo 10,700,000 lempiras.
Por ese decomiso de dinero fueron acusadas ayer la exesposa del doctor Gloria Membreño, su hija Johana Edith Ochoa Membreño y la empleada doméstica María Adelaida Mejía García, a quien le encontraron parte del dinero decomisado adherido a su cuerpo. A las tres mujeres la Fiscalía Especial Contra el Crimen Organizado les imputó los delitos de lavado de activos y asociación ilícita y las envió al centro penal.
MIEMBROS DE LA MS DETENIDOS Alexander Mendoza, alias el Porkis, es el cabecilla de la MS. Otros miembros son Jairo Anwar Orellana, alias Sony, David Orlando Bonilla, Elmer Dubón, Wilmer Valderramos, Jorge Alberto Velásquez, Jorge Alberto Burgos, Roberto German Orellana, Ronald Alexander Gavarrete y Elvis Josué Mejía.
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Las investigaciones ligan directamente al doctor Miguel Ángel Ochoa con el jefe de la MS, Alexander Mendoza, con quien inició negocios desde hace varios años.
Mendoza, a quien apodan el Porkis, es el líder de la asociación criminal MS, en la que colaboran altos mandos de la Policía Nacional y de Investigación en el país.
La mayoría de las propiedades aseguradas en la Operación Avalancha son propiedad de Mendoza y otra buena cantidad está a nombre de varias de sus mujeres, así como de sus hijos y parientes. Otras de las casas y lotes de terrenos están a nombre de Jairo Anwar, otros de los líderes de la MS, asegura la Policía.
Los dos cabecillas de la MS fueron capturados por la DPI (Dirección policial de Investigación), la FNA (Fuerza Nacional Antiextorsión) y Serca (Sección de Análisis de la Policía) en diciembre de 2015 en el campo de fútbol Patria Maratón ubicado en el barrio Paz Barahona en el cual jugaban un partido de fútbol.
En la redada fueron apresados seis miembros de la mara y en un informe de investigación de la Atic se estableció que los sospechosos fueron llevados para la sede de la DPI, pero nunca fueron expuestos ante los medios de comunicación y tampoco se dijo públicamente de la acusación.
El Porkis y Anwar fueron acusados por asociación ilícita por la que fueron enviados al centro penal donde permanecen. El auto de prisión fue apelado por sus abogados que aún esperan resolución por parte de la Corte de lo Penal de San Pedro Sula.
Por lavado de activos fueron enviadas a prisión las tres mujeres que ayer estuvieron en audiencia de imputado.
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