Tegucigalpa, Honduras.
Los propósitos de la Misión de Apoyo al Combate de la Corrupción y la Impunidad de Honduras (Maccih) siguen siendo conocidos por sectores claves de la sociedad hondureña.
El clamor sigue siendo el mismo: que la Maccih acoja en su seno de investigación los casos emblemáticos como el descalabro financiero al Instituto Hondureño de Seguridad Social (IHSS) y la venta irregular de medicamentos al Estado de Honduras, entre otros.
Muy temprano, los miembros de la Misión se reunieron con algunos embajadores latinoamericanos acreditados en Honduras. Se cree que el propósito fue la búsqueda de financiamiento al proyecto.
También se reunieron con el expresidente José Manuel Zelaya, quien expresó a la Misión su apoyo.
A pesar de que la Maccih está llevando a cabo el proceso de socialización de la estrategia de combate a la corrupción e impunidad en privado con los sectores, Francisco Guerrero, secretario para el Fortalecimiento de la Democracia de la Organización de Estados Americanos (OEA), explicó la hoja de ruta de la Misión para los próximos días.
“La Misión continuará trabajando toda la semana, tienen varias reuniones con actores locales. La intención es seguir socializando el proceso de instalación. Me voy y veo una gran energía social en favor del combate a la corrupción, hay un gran consenso”, expresó Guerrero minutos antes de abandonar el país.
A la espera de respuestas
Las expectativas de los sectores coinciden en que la Maccih combata la corrupción y dé respuestas en un corto tiempo para la total aceptación de la ciudadanía. Según Gabriela Blen, representante de los Indignados, también se debe incluir en estos casos el uso de los fondos de la tasa de seguridad, el Trans 450, proyectos de alianzas público privada, entre otros.
Para el representante de la Sociedad Civil, Juan Ferrera, se debe esperar por el trabajo de la Misión para conocer los esfuerzos que harán para brindar una administración sana del Estado de Honduras.
“Deben trabajar con los casos responsablemente, mostrar evidencias mediante denuncia sustentada. El Estado puede tener un rol importante en la calificación y certificación de jueces y fiscales”, manifestó Ferrera. Por parte de los empresarios participó en la reunión el recién electo presidente de la Cámara de Comercio e Industrias de Cortés (CCIC), Jorge Faraj, quien se mostró entusiasmado con el apoyo que ha venido a dar a Honduras el grupo de la OEA.
“Estamos contentos apoyando el tema de la Maccih, viene a ayudarnos a bajar los niveles de corrupción. Tenemos problemas graves como la impunidad y la falta de justicia. Tenemos que apoyar este tipo de proyectos y la empresa privada está aquí. El Gobierno ha hecho su trabajo, pero no lo suficiente. A los empresarios nos gusta las cosas rápidas y creemos que en 90 días la Maccih tiene que mostrar resultados”, apuntó Faraj. Llegó a la reunión la coordinadora del CNA, Gabriela Castellanos, con la inquietud de cómo van a trabajar con la ley de clasificación de documentos.
Los propósitos de la Misión de Apoyo al Combate de la Corrupción y la Impunidad de Honduras (Maccih) siguen siendo conocidos por sectores claves de la sociedad hondureña.
El clamor sigue siendo el mismo: que la Maccih acoja en su seno de investigación los casos emblemáticos como el descalabro financiero al Instituto Hondureño de Seguridad Social (IHSS) y la venta irregular de medicamentos al Estado de Honduras, entre otros.
Muy temprano, los miembros de la Misión se reunieron con algunos embajadores latinoamericanos acreditados en Honduras. Se cree que el propósito fue la búsqueda de financiamiento al proyecto.
También se reunieron con el expresidente José Manuel Zelaya, quien expresó a la Misión su apoyo.
A pesar de que la Maccih está llevando a cabo el proceso de socialización de la estrategia de combate a la corrupción e impunidad en privado con los sectores, Francisco Guerrero, secretario para el Fortalecimiento de la Democracia de la Organización de Estados Americanos (OEA), explicó la hoja de ruta de la Misión para los próximos días.
“La Misión continuará trabajando toda la semana, tienen varias reuniones con actores locales. La intención es seguir socializando el proceso de instalación. Me voy y veo una gran energía social en favor del combate a la corrupción, hay un gran consenso”, expresó Guerrero minutos antes de abandonar el país.
A la espera de respuestas
Las expectativas de los sectores coinciden en que la Maccih combata la corrupción y dé respuestas en un corto tiempo para la total aceptación de la ciudadanía. Según Gabriela Blen, representante de los Indignados, también se debe incluir en estos casos el uso de los fondos de la tasa de seguridad, el Trans 450, proyectos de alianzas público privada, entre otros.
Para el representante de la Sociedad Civil, Juan Ferrera, se debe esperar por el trabajo de la Misión para conocer los esfuerzos que harán para brindar una administración sana del Estado de Honduras.
“Deben trabajar con los casos responsablemente, mostrar evidencias mediante denuncia sustentada. El Estado puede tener un rol importante en la calificación y certificación de jueces y fiscales”, manifestó Ferrera. Por parte de los empresarios participó en la reunión el recién electo presidente de la Cámara de Comercio e Industrias de Cortés (CCIC), Jorge Faraj, quien se mostró entusiasmado con el apoyo que ha venido a dar a Honduras el grupo de la OEA.
“Estamos contentos apoyando el tema de la Maccih, viene a ayudarnos a bajar los niveles de corrupción. Tenemos problemas graves como la impunidad y la falta de justicia. Tenemos que apoyar este tipo de proyectos y la empresa privada está aquí. El Gobierno ha hecho su trabajo, pero no lo suficiente. A los empresarios nos gusta las cosas rápidas y creemos que en 90 días la Maccih tiene que mostrar resultados”, apuntó Faraj. Llegó a la reunión la coordinadora del CNA, Gabriela Castellanos, con la inquietud de cómo van a trabajar con la ley de clasificación de documentos.
