Con la imagen de la Virgen de Suyapa pintada en su mitra y en su sotana, monseñor Ángel Garachana ofició la misa donde también se celebraron sus 21 años como obispo.
Un 3 de febrero de 1995, durante la solemnidad de Nuestra señora de Suyapa, monseñor fue consagrado obispo y pastor de la iglesia en una ceremonia oficiada por el ahora cardenal Óscar Andrés Rodríguez.
Sus 21 años los celebró en la catedral San Pedro Apóstol, adonde también fue consagrado.
Ayer, muchos de los que estuvieron en esa ceremonia en 1995 también participaron en la eucaristía en honor a la Virgen de Suyapa.
El monaguillo, Claudio Díaz, también cumple 21 años de servir en la catedral y se muestra orgulloso de trabajar al lado de un gran ser humano como el obispo.
“Me siento orgulloso porque desde mis 14 años empece a trabajar acá y monseñor ha sido uno de los obispos que ha trabajado por la diócesis”, dice.
Los sampedranos mostraron su cariño al obispo Ángel Garachana.
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El párroco de la catedral, José Antonio Canales, se mostró emocionado y reconoció la trayectoria de un gran pastor. “Ha sido un pastor abnegado, cercano y encarnado en las realidades del pueblo de Honduras. Él ama a este país más que muchos hondureños”.
Emocionado por el cariño de la gente, monseñor recibió abrazos, frases de cariño y aplausos. “Uno va viviendo al día y respondiéndole al Señor, acogiendo a las personas que significa servir al pueblo”, asegura.
También han sido años de servir al pueblo, un pueblo cariñoso y acogedor, pero luego se ha metido el diablo de la violencia que tanto daño nos hace, agregó.
Además, el obispo concelebró misas en honor a la Virgen en otras parroquias, entre ellas la San Vicente de Paúl.
“Cuando vine era un poco seco y árido, entonces me dijeron: ‘déjese querer, déjese querer’ y es lo que estoy haciendo, recibir el cariño de la feligresía que es especial”.