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Honduras inicia desde hoy el combate frontal al zika

  • 31 enero 2016 /

Tegucigalpa, Honduras.

Honduras se suma desde hoy a la lucha frontal contra el virus del zika, la epidemia que viene haciendo estragos por casi todo el continente.

El presidente Juan Orlando Hernández declaró una “alerta preventiva” contras las enfermedades transmisibles por mosquitos, lo que incluye el zika, cuya repercusión más grave es el vínculo que se presume tiene con defectos congénitos en los recién nacidos, como la microcefalia.

El viceministro de Salud, Francis Contreras, anunció que ante la rápida diseminación del virus se han comunicado con las autoridades sanitarias de Centroamérica para unir esfuerzos y adquirir medicamentos.

Propagación

Cálculos de la Organización Mundial de la Salud (OMS) prevén que el zika pueda afectar a entre tres y cuatro millones de personas en un año. Más de 20 países a lo largo y ancho del continentes reportan casos de la enfermedad y el número crece cada día en forma alarmante.

En Brasil, el país adonde primero surgieron los casos y que está más afectado por la epidemia, ya se han computado un millón y medio de casos de zika y 4,180 bebés nacidos con microcefalia, dolencia que se relaciona con la enfermedad; aunque aún no se ha determinado la causalidad directa.

Foto: La Prensa



En Colombia, unas 890 embarazadas están infectadas con el virus que ya afecta en el país a 16,419 personas, según el Instituto Nacional de Salud colombiano. Los Gobiernos han movilizado todos sus recursos disponibles, involucrando incluso a sus fuerzas armadas.

La directora general de la OMS, Margaret Chan, anunció la convocatoria de un Comité de Emergencia para que determine si la epidemia constituye una emergencia sanitaria de alcance internacional y que decida qué acciones recomienda.

Una acción que ya se lleva a cabo en Brasil es la modificación genética como la realizada por la compañía británica Oxitec, la cual produce defectos genéticos en las crías de mosquito, los cuales mueren antes de llegar a la edad adulta en un intento por reducir la población de insectos y con ello la incidencia de enfermedades como el zika.

Esta medida busca complementar las tradicionales, como el uso de insecticidas, repelentes o la eliminación de aguas estancadas.