San Pedro Sula, Honduras.
Por sacar siempre lo mejor de sí ha triunfado en los campos que le apasionan: el teatro y la ingeniería. En uno se divierte y con el otro se gana la vida, dice el empresario Francisco Saybe, director del Círculo Teatral Sampedrano. Por eso se considera “cuerdo de día y loco de noche”.
“Tuve la suerte de tener una madre que se preocupaba mucho de mis calificaciones. Siempre me decía que debía ser el mejor”, comenta.
Si sacaba un 95% en sus notas su mamá lo felicitaba. Luego le preguntaba adónde estuvo la falla, pero “lo más terrible” venía cuando le preguntaba quién había sido el mejor.
Gracias a esas exigencias maternales siempre obtenía buenas calificaciones en la primaria y salió “cargado de medallas” al graduarse como bachiller en el Instituto San Miguel, de Tegucigalpa.
Siendo niño decía que sería médico y sus padres muy contentos aplaudían sus intenciones; pero resulta que al terminar los cinco años de bachillerato, el director del colegio preguntó uno por uno a los estudiantes qué carrera universitaria pensaban estudiar.
“Comenzó por el orden de asiento y cuando me tocó el turno a mí, mis amigos cercanos ya habían dicho Ingeniería Civil, y yo como loro repetí lo mismo”.
Ahora se da cuenta que esa elección fortuita fue la mejor porque se le hizo fácil la carrera de las construcciones; mientras que “si veo un cadáver salgo a la carrera” .
Atribuye el éxito de su empresa Saybe y Asociados a que los profesionales que la integran son escogidos con lupa y comienzan desde que están en la universidad. Así, con esfuerzo y disciplina van escalando posiciones, “nunca se ha traído un jefe de afuera”.
Considera que para triunfar hay que ser persistente en el trabajo, prever que habrá tiempos difíciles y saber sobreponerse.
Para él, la puntualidad debe ser una norma de vida. Por eso el telón de sus obras se abre a las 8:00 pm “haya uno o mil espectadores”.
Algo que le ha ayudado en su empresa es haberse mantenido fuera de la política y ser transparente. Siendo jefe de Estado el general Juan Alberto Melgar Castro lo llamó a Casa Presidencial para ofrecerle el Ministerio de Comunicaciones y Obras Públicas; pero él, con mucha elegancia, lo rechazó.
Por sacar siempre lo mejor de sí ha triunfado en los campos que le apasionan: el teatro y la ingeniería. En uno se divierte y con el otro se gana la vida, dice el empresario Francisco Saybe, director del Círculo Teatral Sampedrano. Por eso se considera “cuerdo de día y loco de noche”.
“Tuve la suerte de tener una madre que se preocupaba mucho de mis calificaciones. Siempre me decía que debía ser el mejor”, comenta.
Si sacaba un 95% en sus notas su mamá lo felicitaba. Luego le preguntaba adónde estuvo la falla, pero “lo más terrible” venía cuando le preguntaba quién había sido el mejor.
Gracias a esas exigencias maternales siempre obtenía buenas calificaciones en la primaria y salió “cargado de medallas” al graduarse como bachiller en el Instituto San Miguel, de Tegucigalpa.
Siendo niño decía que sería médico y sus padres muy contentos aplaudían sus intenciones; pero resulta que al terminar los cinco años de bachillerato, el director del colegio preguntó uno por uno a los estudiantes qué carrera universitaria pensaban estudiar.
“Comenzó por el orden de asiento y cuando me tocó el turno a mí, mis amigos cercanos ya habían dicho Ingeniería Civil, y yo como loro repetí lo mismo”.
NO ACTÚA, SOLO DIRIGE. Los ensayos de su primera obra El abogado del Diablo se hacían en el jardín y el garaje de su casa. La gente que pasaba miraba sobre el cerco a los actores, algunos vestidos de sacerdote, sin saber de qué se trataba. Varios vecinos llamaron al ingeniero Saybe por teléfono para preguntar si se había muerto alguien en su casa.
|
Atribuye el éxito de su empresa Saybe y Asociados a que los profesionales que la integran son escogidos con lupa y comienzan desde que están en la universidad. Así, con esfuerzo y disciplina van escalando posiciones, “nunca se ha traído un jefe de afuera”.
Considera que para triunfar hay que ser persistente en el trabajo, prever que habrá tiempos difíciles y saber sobreponerse.
Para él, la puntualidad debe ser una norma de vida. Por eso el telón de sus obras se abre a las 8:00 pm “haya uno o mil espectadores”.
Algo que le ha ayudado en su empresa es haberse mantenido fuera de la política y ser transparente. Siendo jefe de Estado el general Juan Alberto Melgar Castro lo llamó a Casa Presidencial para ofrecerle el Ministerio de Comunicaciones y Obras Públicas; pero él, con mucha elegancia, lo rechazó.
¡Sacá lo bueno!
Es una campaña lanzada por LA PRENSA que celebra los detalles que nos alegran cada día y los hechos que nos enorgullecen, es una invitación a sacar lo mejor de nuestra gente que merece ser destacada: Gente luchadora, emprendedora, con grandes sueños e infinitas ganas de mejorar.
Saquemos lo bueno de nuestro país y hagámoslo noticia. Participa en nuestras redes sociales #SacaLoBueno o mándanos un correo a redaccion@laprensa.hn
Participa en nuestra campaña Sacá lo bueno.
|