Lisandro Rosales regresa de nuevo a dirigir los destinos del Comité de Prevención de Contingencias (Copeco) y ahora también del Sistema Nacional de Emergencias (911).
Su trabajo -aseguró a LA PRENSA- se enfoca en hacer más dinámico el sistema de respuestas inmediatas y oportunas a la población que utiliza el 911, ante las emergencias que se suscitan en todo el país.
Estamos en una etapa de diagnóstico para medir los avances y cómo quedó el proceso de modernización que implementé y los sistemas que se dejaron instalados cuando estuve en el cargo.
Prioridades son el tema sequía, en lo que hay mucho por hacer con los reservorios de emergencia donde tenemos aproximadamente 10,000 galones para distribuirlos en las zonas adonde se tengan mayor necesidad de agua.
En cuanto al gorgojo descortezador estamos enfocados en hacer alianzas con el servicio forestal de Canadá y controlar esa plaga.
Nos enfocamos en preparativos para cualquier afectación que tengamos con el fenómeno de El Niño. Se prevé que podamos tener situaciones bastante complicadas y algunos pronósticos determinan que probablemente de junio en adelante enfrentemos el Fenómeno de La Niña que nos pudiera generar fuertes lluvias en septiembre y octubre.
Tenemos un panorama bastante complejo, pero estamos listos para enfrentar las situaciones que se presenten.
El Sistema Nacional de Emergencia va a coordinar las respuestas y será notorio el cambio. Ahora la Policía Nacional, Bomberos, Cruz Roja, Ministerio de Salud, Seguro Social. Copeco e incluso Migración e Instituto de la Mujer se fusionan para poder hacer una respuesta oportuna. Tomamos ejemplo de países latinoamericanos como Ecuador que tiene un sistema muy complejo y muy bien instalado.
La idea es incorporar suficientes carros, patrullas y motocicletas policiales para atender cualquier solicitud. También se establece con la Secretaría de Salud la cantidad de ambulancias que requiere el país no para traslados hospitalarios, sino para traslados de emergencia, como accidentes o llamadas que se generen en el 911. Todo esto estará coordinado en los centros de operaciones institucionales que operarán en San Pedro Sula y Tegucigalpa.
Se va a hacer un solo centro. Por ejemplo, el 113 de Copeco se va a contestar en el 911, el 198 de Bomberos también. La idea es que en un solo edificio se va a tener la capacidad de dar respuesta, de coordinar, por ejemplo, que un equipo de Bomberos acuda a un incendio, y San Pedro Sula también tendrá su centro. En esta primera fase entramos solo con Tegucigalpa y San Pedro Sula. Pero la población tiene que saber que todo va a depender del 911 y les aseguramos que los equipos darán la respuesta en tiempo oportuno como indican los estándares internacionales. No es que si hay una llamada para un caso de Bomberos van a tener que buscar la estación más cerca, sino que allí mismo el sistema va a llamar a la unidad directamente. Siendo optimistas, esperamos que para mediados del año vamos a estar listos para la incorporación de la tecnología que tienen las diferentes instituciones. Estamos trabajando para homologarnos.
No son dramáticos los cambios que se pueden hacer. Vamos a incorporar personal que estaba en área administrativas a campos operacionales. Se bajó un poco la capacidad de respuesta inmediata y se redujo personal, especialmente en la costa norte, y tenemos que fortalecer esa zona.
Puerto Rico nos está apoyando con una donación para fortalecer los equipos que tenemos y capacitar a 15 elementos. Vamos a incorporar nueva tecnología con especialistas para que se dediquen a la unidad ambiental, especialmente el bosque en lo de incendios forestales y el gorgojo. La idea es contar con nuevas estructuras, contamos incluso en Danlí con una bodega que se construyó con apoyo de Estados Unidos y se acaba de terminar para incorporarla al proceso de abastecimiento. Es una zona importante que cubre tanto El Paraíso como la parte de Patuca en Olancho.