El músico hondureño Guillermo Anderson falleció hoy debido a un cáncer en la tiroides que lo aquejó en los últimos meses y cuya batalla perdió a pesar de una tratamiento de quimioterapia que libró.
Las notas de su guitarra y la calidez de su voz eran un vehículo hacia el caribe hondureño, hacia la hermosa ciudad de La Ceiba en donde nació el 26 de febrero de 1962 y hacia las raíces culturales de una Honduras que llevó en el alma.
Guillermo Anderson no fue solo playa, brisa y mar. Fue uno de los músicos más importantes de toda Honduras, país que representó con ingenio desde el occidente, el centro y hasta el sur por medio de sus canciones, un enorme reflejo cultural que logró trascender las fronteras gracias a un artista irremplazable.
Los inicios
Sus primeras obras nacieron mientras cursaba estudios superiores en Letras, con énfasis en literatura hispanoamericana, en la Universidad de California en Santa Cruz en 1986, a donde arribó según él para 'aplicar todo lo que había aprendido en su país'.
Hasta allí llegó como un joven con una maleta de sueños enormes tras cursar la primeria en la escuela Mazapán y la secundaria en el Instituto San Isidro, en donde hoy es tal vez el estudiante ceibeño más ilustre en haber pasado por sus aulas.
Escuche: 11 canciones imprescindibles de Guillermo Anderson
Fue en el teatro de esa universidad en donde Guillermo hizo sus primeros trabajos mientras alternaba la composición y su música con la actuación, lo que lo definió como un artista natural que poco a poco despuntaría.
Uno de sus trabajos más importantes en California lo realizó en una compañía que hacía teatro bilingüe para niños inmigrantes y de ese proceso resulta su concierto y disco 'Para Los Chiquitos'.
Mientras vivió en Estados Unidos, Anderson trabajó en compañías profesionales de teatro latinoamericano como el Teatro De La Esperanza, en San Francisco, y el Teatro Campesion de Luis Valdez.
Regreso a Honduras
En 1987 Guillermo regresó a La Ceiba y creó junto a otros artistas el grupo Colectivartes que sirvió para que artistas de Europa y Estados Unidos realizarán proyectos culturales en La Ceiba como el recordado Sabor a Sombra, un espectáculo de danza teatro y música basado en la poesía del ceibeño Nelson Merren.
El músico se dedicó luego a mejorar sus conciertos musicales y a aparecer en festivales como Aires de Abril en Tegucigalpa y en presentaciones en el áreas rurales de Honduras.
Fue durante esa etapa que Guillermo hace sus primeras grabaciones: Retratos y En Mi País en casetes que vendía en sus conciertos.
Desde entonces la persusiones caribeñas con ritmo a punta y parranda y otros sonidos contemporáneos que fueron marcando un estilo propio con sello catracho en sus conciertos mezclaban amor, naturaleza y escenas de la vida cotidiana que sirvieron de ventana hondureña para todo el mundo.
Profeta en su tierra
Los viajes de Guillermo lo llevaron a convertirse en un trovador querido en su tierra, hasta convertirlo en uno de los más relevantes de la escena nacional y llegarlo a ser nombrado embajador cultural de Honduras ante el mundo.
Hablar de música hondureña sin mencionar a Guillermo Anderson es imposible por su aporte a varias causas y campañas de educación y salud.
Su canción En Mi País es considerada un himno alternativo en Honduras y sus canciones para niños son cantadas en las escuelas públicas.
Su canción El Encarguito, una lista de comidas tradicionales de Honduras y comentario sobre la nostalgia de los inmigrantes por las comidas de su tierra se convirtió rápidamente en un tema muy popular y el video cierra la programación de varios canales de televisión en el país.
En Honduras Guillermo obtuvo el Premio Nacional de Arte y Premio Copán de Turismo y la Secretaría de Cultura de Honduras lo condecoró con la orden Laurel de Oro.
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En 2007 siguió su producción con el álbum Del tiempo y del trópico y en 2008 con 'Para los chiquitos', en 2009 con Canciones para un país mejor y en 2012 lanzó Lluvia con sol.
De Honduras al mundo
Tras conquistar su Honduras, Guillermo se embarcó en la dura tarea de llevar la cultura catracha por el mundo.
Es con una invitación al Festival Cervantino de México en 1989 que Anderson, dirigiendo al grupo musical Colectivartes que comienza a aparecer en escenarios internacionales.
En México ven su concierto los programadores del 'Centro Cultural Memorial Para América Latina' y lo invitan a Brasil comenzando así toda una serie de invitaciones a varios países del mundo.
Con un amplio historial de giras y una sólida discografía, Guillermo presentó recientemente su CD número nueve; “El Tesoro Que Tenés” su más reciente producción bajo el sello Costa Norte Records de Honduras.
El sello Papaya Music de Costa Rica donde goza de un gran público, ha editado la compilación “Llevarte Al Mar” con lo mejor de su repertorio y recientemente el sello Putumayo Records incluyó uno de sus temas en su antología “Animal Playground”.
Guillermo y su grupo han recibido aplausos en importantes escenarios de Norte y también muchos bous , Centro y Sudamérica, así como en Europa y Asia. Sus producciones ponen de manifiesto su riqueza en talento y versatilidad, mezclando todas sus influencias sin seguir un patrón determinado en su estilo
Hoy hay que rezar por el director de Costa Records, un hombre destacado entre los artistas, un maestro que está tratando de vencer a la enfermedad y tal vez regresar a los escenarios de Honduras y el mundo que lo reclaman con un exponente querido.
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