La Mosquitia, Honduras.
Una artesa con la cabeza de un jaguar y una vasija adornada con la cabeza de un ave fueron extraídas por científicos en la llamada Ciudad Perdida, un complejo arqueológico descubierto en medio de la selva virgen de La Mosquitia hondureña.
Las dos piezas halladas en Caha Kamasa en dialecto misquito fueron presentadas por el presidente Juan Orlando Hernández en un campamento en el aeropuerto militar rural en El Aguacate, Olancho, ubicado a 220 km al este de Tegucigalpa.
En un discurso ante unas 200 personas, Hernández dijo que expertos de National Geographic y la estadounidense Universidad de Colorado han encontrado tres ciudades y las excavaciones empezaron en la más pequeña que fue bautizada en el proyecto como Ciudad Jaguar.
“Dios nos ha bendecido al vivir este momento tan especial en la historia de Honduras y para muchos amantes de la arqueología. Estamos con una gran expectativa de lo que esto significará para Honduras y para el mundo”, afirmó.
“Estas dos piezas que hoy presentamos son parte de más de 60 que en una extensión pequeña hemos encontrado. Antes decíamos que eran 52 piezas, pero hoy son más de 60”, agregó.
Ciudad de 1,500 años
El experto del Instituto Hondureño de Antropología e Historia (IHAH) Norman Martínez explicó que en ese sitio se halló un acrópolis y dos plazas, entre otras construcciones, escondidas entre árboles frondosos que dificultan el acceso.
En un comunicado, el Gobierno indicó que el proyecto “no solo se trata de desenterrar ciudades antiguas en medio de la jungla, sino de comprender y preservar su entorno ecológico, así como desentrañar las incógnitas sobre su civilización, lo cual implica el estudio antropológico de quienes la poblaron”.
Crist Fisher, uno de los expertos, manifestó en su discurso que la población pudo haberse establecido en esa zona entre los años 1000 y 1500 después de Cristo, pero que será en los próximos meses que podrán tener mejores aproximaciones, porque las investigaciones apenas empiezan.
El director del IHAH, Virgilio Paredes, indicó que las tres ciudades pueden ser más de cuatro veces más grande de lo que es Copán, el parque arqueológico de los mayas, ubicado al occidente del país.
Copán deslumbra a los arqueólogos por sus estructuras de piedra que datan de 3,000 años antes de Cristo hasta 900 de la era cristiana.
La Ciudad Perdida había sido hasta ahora una leyenda, concebida como una enigmática civilización que se estableció en una época precolombina no precisada entre las profundidades de la llamada Amazonas de Centroamérica, la biosfera del Río Plátano, entre Olancho y Gracias a Dios.
Una artesa con la cabeza de un jaguar y una vasija adornada con la cabeza de un ave fueron extraídas por científicos en la llamada Ciudad Perdida, un complejo arqueológico descubierto en medio de la selva virgen de La Mosquitia hondureña.
Las dos piezas halladas en Caha Kamasa en dialecto misquito fueron presentadas por el presidente Juan Orlando Hernández en un campamento en el aeropuerto militar rural en El Aguacate, Olancho, ubicado a 220 km al este de Tegucigalpa.
En un discurso ante unas 200 personas, Hernández dijo que expertos de National Geographic y la estadounidense Universidad de Colorado han encontrado tres ciudades y las excavaciones empezaron en la más pequeña que fue bautizada en el proyecto como Ciudad Jaguar.
“Dios nos ha bendecido al vivir este momento tan especial en la historia de Honduras y para muchos amantes de la arqueología. Estamos con una gran expectativa de lo que esto significará para Honduras y para el mundo”, afirmó.
“Estas dos piezas que hoy presentamos son parte de más de 60 que en una extensión pequeña hemos encontrado. Antes decíamos que eran 52 piezas, pero hoy son más de 60”, agregó.
Las primeras piezas extraídas de la selva serán enviadas a un laboratorio en Catacamas para comenzar a ser investigadas.
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El experto del Instituto Hondureño de Antropología e Historia (IHAH) Norman Martínez explicó que en ese sitio se halló un acrópolis y dos plazas, entre otras construcciones, escondidas entre árboles frondosos que dificultan el acceso.
En un comunicado, el Gobierno indicó que el proyecto “no solo se trata de desenterrar ciudades antiguas en medio de la jungla, sino de comprender y preservar su entorno ecológico, así como desentrañar las incógnitas sobre su civilización, lo cual implica el estudio antropológico de quienes la poblaron”.
Crist Fisher, uno de los expertos, manifestó en su discurso que la población pudo haberse establecido en esa zona entre los años 1000 y 1500 después de Cristo, pero que será en los próximos meses que podrán tener mejores aproximaciones, porque las investigaciones apenas empiezan.
El director del IHAH, Virgilio Paredes, indicó que las tres ciudades pueden ser más de cuatro veces más grande de lo que es Copán, el parque arqueológico de los mayas, ubicado al occidente del país.
Copán deslumbra a los arqueólogos por sus estructuras de piedra que datan de 3,000 años antes de Cristo hasta 900 de la era cristiana.
La Ciudad Perdida había sido hasta ahora una leyenda, concebida como una enigmática civilización que se estableció en una época precolombina no precisada entre las profundidades de la llamada Amazonas de Centroamérica, la biosfera del Río Plátano, entre Olancho y Gracias a Dios.
Los equipos integrados por expertos del IHAH y la Universidad de Colorado al momento de sacar las piezas.
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