En una entrevista exclusiva concedida a LA PRENSA, Mauricio Oliva, presidente del Congreso Nacional, confió en un acuerdo con las distintas fuerzas políticas del país para elegir a la nueva Corte Suprema de Justicia y en la capacidad de los líderes políticos de anteponer en este caso el interés nacional.
Yo siempre he sostenido que el Congreso tiene dos momentos: el momento que le señala la Constitución de convocar a las instituciones que están nominadas para seleccionar a los magistrados bajo el mecanismo que ellos consideren conveniente; y el otro momento es esperar que traigan la nómina que no puede ser menor de 45 para proceder a su elección.
Yo veo que ha sido un proceso muy observado. Es la tercera Corte que se elige desde que soy diputado y la verdad que ha estado muy observada y se ha creado un formato y matrices distintos para evaluar a los candidatos de la mejor manera. La percepción que tiene la población a través de los medios y los distintos veedores sociales es que el trabajo hasta hoy en día va muy bien; es lógico que al aproximarse la elección haya otros actores que busquen traer agua a su molino.
Yo confío en que todas las fuerzas políticas van a ver esto con la responsabilidad del caso. A nosotros nos mandaron al Congreso a tomar decisiones, y si bien es cierto hay que construir consensos alrededor de las personas que lleguen ahí, porque teóricamente los 45 candidatos están bien calificados. Pero obviamente siempre hay alguien que tiene una opinión distinta con respecto a determinada persona; pero tenemos que encontrar el camino todas las fuerzas políticas, si no sería un mal mensaje a la nación. Yo confío en que ahí va a primar el interés nacional.
El consenso que he percibido en el Congreso ahorita es que se va a evaluar el contenido de la lista y que se va a tratar de escoger a las mejores personas, es lo que he oído en la gente del PAC; en cambio, Mel Zelaya está buscando algún tipo de conveniencia como político tradicional. Los liberales están en sintonía que se debe elegir la Corte, no digamos el Partido Nacional. Entonces la idea es que todas las fuerzas políticas se involucren para que salga una masiva votación, porque con una votación muy apretada mandaríamos un mal mensaje.
En eso estamos todos los días, platicando con la gente y haciendo aproximaciones; obviamente, del 18 de enero para allá ya se va a poner más claro el horizonte.
Esto se hace conceptualmente bajo dos cosas: una que se tiene que elegir la Corte, y en eso creo que todo está claro, porque originalmente un sector de Libre decía que no; pero cómo le van a dar dos años más a una Corte que ellos mismos han cuestionado. La otra cosa es que nos vamos a sentar y vamos a ver los nombres y en función de esos nombres vamos a ver qué podemos construir.
Pues quiénes son las fuerzas políticas, las únicas que están legitimadas por el voto popular, entonces cómo se va a poner usted a decidir a cualquier organismo de sociedad civil. La Constitución así lo señala, lo que yo hice fue jurar cumplir y hacer cumplir la Constitución y las leyes y eso está en el marco constitucional.
No le podría decir, porque cuando uno habla de votos habla en función de la nómina que se pretende elegir. Es ahí donde entran los cuestionamientos, es decir, que si nosotros decimos que tenemos tantos votos, estaríamos más pensando como que tenemos arreglada la cosa, lo cual no es así.
El espíritu del legislador en el artículo 80 de la Ley Orgánica del Congreso lo que quiere señalar es que no haya un vacío legal; pero la Constitución dice que una vez presentada la nómina y no se logra aprobar por mayoría calificada, se procederá a elegir a los magistrados nominados en votación secreta. Entonces mientras ese proceso se da y mientras sale el “habemus” Corte, alguien puede estar al frente del Poder Judicial y eso puede durar uno o dos días o puede durar una semana; pero no es que vamos a dejar el resto del período hasta que venga otro Congreso Nacional a elegir una nueva Corte Suprema.
Soy optimista y creo que vamos a elegir la nómina en la primera aproximación.