San Pedro Sula, Honduras.
Las autoridades del hospital Mario Catarino Rivas hacen un llamado a la prudencia y la prevención en esta época navideña.
Con el lema Cero pólvora y cero drogas lanzaron su campaña anual para evitar tragedias ocasionadas por estos explosivos.
Rider Andino, cirujano plástico del hospital, dijo que el tratamiento de un niño quemado oscila entre L40 mil y L1 millón.
“Este no es un tema solo monetario. Son también las secuelas psicológicas y físicas que quedan en estos niños. Son menores que deben permanecer hospitalizados hasta cuatro semanas lejos de su hogar”.
En esta temporada, el número de quemados por pólvora, líquido u otra causa se duplica.
Ledy Brizzio, directora del Rivas, refirió que en 2013 se atendieron once menores y tres adultos con quemaduras por pólvora. En 2014, y principios de 2015, el registro fue de 12 afectados.
Preparados
El hospital ha comenzado a prepararse para atender las emergencias que puedan presentarse durante diciembre.
“Tenemos insumos y material médico quirúrgico para atender a los pacientes. Estamos esperando que nos lleguen las placas para rayos x que esperamos que entre esta semana. Tenemos lo básico para dar respuesta”, expresó Merlín Fernández, presidente de la junta directiva del hospital.
Fernández añadió que están definiendo roles de trabajo para asegurarse que siempre esté presente una autoridad ejecutiva del sanatorio durante los feriados de diciembre.
También se preparan para la dotación de reactivos de laboratorio, sangre y suministros que se necesitan a diario.
“La idea es que no hayan niños quemados, pero atenderemos de la mejor manera a los pacientes que se presenten con esta situación”, concluyó Fernández.
La mayoría de los afectados por pólvora que ingresa al hospital Mario Rivas proceden del occidente del país y municipios del Valle de Sula.
Las autoridades del hospital Mario Catarino Rivas hacen un llamado a la prudencia y la prevención en esta época navideña.
Con el lema Cero pólvora y cero drogas lanzaron su campaña anual para evitar tragedias ocasionadas por estos explosivos.
Rider Andino, cirujano plástico del hospital, dijo que el tratamiento de un niño quemado oscila entre L40 mil y L1 millón.
“Este no es un tema solo monetario. Son también las secuelas psicológicas y físicas que quedan en estos niños. Son menores que deben permanecer hospitalizados hasta cuatro semanas lejos de su hogar”.
En esta temporada, el número de quemados por pólvora, líquido u otra causa se duplica.
Ledy Brizzio, directora del Rivas, refirió que en 2013 se atendieron once menores y tres adultos con quemaduras por pólvora. En 2014, y principios de 2015, el registro fue de 12 afectados.
Preparados
El hospital ha comenzado a prepararse para atender las emergencias que puedan presentarse durante diciembre.
“Tenemos insumos y material médico quirúrgico para atender a los pacientes. Estamos esperando que nos lleguen las placas para rayos x que esperamos que entre esta semana. Tenemos lo básico para dar respuesta”, expresó Merlín Fernández, presidente de la junta directiva del hospital.
Fernández añadió que están definiendo roles de trabajo para asegurarse que siempre esté presente una autoridad ejecutiva del sanatorio durante los feriados de diciembre.
También se preparan para la dotación de reactivos de laboratorio, sangre y suministros que se necesitan a diario.
“La idea es que no hayan niños quemados, pero atenderemos de la mejor manera a los pacientes que se presenten con esta situación”, concluyó Fernández.
La mayoría de los afectados por pólvora que ingresa al hospital Mario Rivas proceden del occidente del país y municipios del Valle de Sula.