Tegucigalpa, Honduras.
Por diez años Paulina Gómez y su familia estuvieron sin noticias de Jorge Jovel, el hijo que tenía una década de haber abandonado su casa para viajar a Estados Unidos con el objetivo de darles una mejor vida.
El contacto se perdió y nunca más tuvieron noticias del joven que salió a buscar el sueño americano. La familia buscaba respuestas con los que lo acompañaron en el viaje, pero nadie dio información.
Paulina llegó a creer que su hijo estaba muerto, pero no todo estaba perdido. Una esperanza brilló cuando en este 2015 organizaciones de apoyo recabaron información para hacer una búsqueda intensiva por el corredor mexicano y a través del Movimiento Migrante Mesoamericano se logró ubicar a Jorge.
La mujer no lo podía creer, lágrimas rodaron por su rostro, era un milagro que Dios le concediera ver de nuevo a su hijo. Esto se concretó ayer lunes 30 de noviembre en la capilla del albergue La 72 en Tenosique, Tabasco; el hondureño también se fundió en un abrazo con su hermana Sonia Iris Mejía.
El encuentro entre Jorge y su familia se convirtió en un día de alegría para quienes integran la Caravana de Madres de Honduras, Guatemala, El Salvador y Nicaragua quienes recorrerán la ruta de los migrantes. La actividad culminará el próximo 18 de diciembre.
Antecedentes
Por diez años Paulina Gómez y su familia estuvieron sin noticias de Jorge Jovel, el hijo que tenía una década de haber abandonado su casa para viajar a Estados Unidos con el objetivo de darles una mejor vida.
El contacto se perdió y nunca más tuvieron noticias del joven que salió a buscar el sueño americano. La familia buscaba respuestas con los que lo acompañaron en el viaje, pero nadie dio información.
Paulina llegó a creer que su hijo estaba muerto, pero no todo estaba perdido. Una esperanza brilló cuando en este 2015 organizaciones de apoyo recabaron información para hacer una búsqueda intensiva por el corredor mexicano y a través del Movimiento Migrante Mesoamericano se logró ubicar a Jorge.
La mujer no lo podía creer, lágrimas rodaron por su rostro, era un milagro que Dios le concediera ver de nuevo a su hijo. Esto se concretó ayer lunes 30 de noviembre en la capilla del albergue La 72 en Tenosique, Tabasco; el hondureño también se fundió en un abrazo con su hermana Sonia Iris Mejía.
El encuentro entre Jorge y su familia se convirtió en un día de alegría para quienes integran la Caravana de Madres de Honduras, Guatemala, El Salvador y Nicaragua quienes recorrerán la ruta de los migrantes. La actividad culminará el próximo 18 de diciembre.
 Las madres hondureñas continúan la búsqueda de sus hijos por distintas partes de México.
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La XI Caravana de Madres de Migrantes desaparecidos en México inició el lunes, con un grupo de 50 mujeres hondureñas que recorrerán de nuevo la dolorosa travesía por la que un día transitaron hijos, esposos, hermanos y padres con la esperanza de llegar a Estados Unidos.
La actividad es organizada por el Movimiento Migrante Mesoamericano (MMM), y se planifica que durante los 19 días del viaje se realicen al menos seis reencuentros de migrantes con sus madres.
Desde San Pedro Sula, el grupo de madres de Nicaragua y Honduras partirá rumbo al puerto fronterizo El Ceibo, en el estado de Tabasco, en México. En este punto se unirán con el grupo de madres de Guatemala y El Salvador y una delegación de Túnez e Italia que las apoya en la actividad.
Luego del reencuentro, en el albergue de migrantes La 72, en Tenosique, habrá otros reencuentros, uno se dará en Coatzacoalcos, Veracruz, otro en el Distrito Federal y dos en el estado de Chiapas. La caravana busca conectar a migrantes que desaparecieron en su paso por México con sus familiares. Durante las últimas diez se logró que 250 personas volvieran a ver a su familia.
