Los transportistas en el país se mostraron consternados después de la masacre ocurrida este martes en una terminal de autobuses en la colonia Cerro Verde del municipio de Choloma, Cortés, al norte de Honduras, que dejó como saldo al menos ocho personas muertas.
Nelson Fernández, transportista hondureño, manifestó que sienten impotencia de no poder luchar con sus propias manos en contra de la violencia, además, critica la incapacidad de las autoridades por no reaccionar a tiempo.
'Nos sentimos indefensos con estos problemas, no podemos luchar con nuestras manos, eran nuestros compañeros', dijo Fernández.
El transportista pidió a la Policía que los ayude: 'Lo hicieron en una terminal, a la vista de todo el mundo, queremos que las autoridades hagan algo'.
'Le pedimos al Gobierno en general que en realidad pare esta ola de violencia porque en realidad no sabemos en qué va a parar', concluyó el empresario del transporte.
El ataque
El ataque ocurrió en la estación de autobuses cercana a la colonia Cerro Verde. Dos despachadores de buses fueron ultimados en el interior de la oficina, los otros cuerpos quedaron en el predio de la terminal y otro más dentro de un rapidito.
Preliminarmente se identificó a las víctimas como Javier García Mendoza, quien se dedicaba a despachar las unidades; Gerardo Dubón, conductor de 27 años; también Enrique Fúnez, Rubén Matamoros, el ayudante José Omar Ruiz de 21 años; Germán Vásquez y dos más solo identificados por los sobrenombres de 'el guato' y Franco Enrique Sarmiento alias 'la sirena'.
Según la versión de algunos testigos, varios sujetos armados con fusiles AK-47 llegaron a bordo de una camioneta KIA color azul hasta donde estaban las víctimas y comenzaron a disparar contra la unidad 24, color gris, de la empresa Etislah.
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