Por más de 10 días la compañía minera en la comunidad de Azacualpa, municipio de La Unión, Copán, ha interrumpido labores en la zona debido a la toma que emprendieron los pobladores.
Estos exigen cumplimiento de acuerdos, y los empleados de Minerales de Occidente reclaman su derecho a trabajar libremente.
El alcalde de La Unión, Serafín Tábora, pidió a los órganos correspondientes del Gobierno que sean mediadores para que el conflicto se resuelva lo antes posible.
El rfecién pasado 9 de noviembre, un grupo de pobladores de cinco comunidades de La Unión se tomaron las instalaciones de Minerales de Occidente en reclamo al cumplimiento de dos acuerdos, que -según su opinión- son el detonante para que haya diferencias entre pobladores y ejecutivos.
El alcalde aseguró que hace unos cuatro años la compañía minera se comprometió con los patronatos de las comunidades a construir 397 viviendas en de Azacualpa.
Relató que luego de que se construyeran unas 120 viviendas el proyecto se paralizó, la empresa pidió comprensión a los pobladores y prorrogar el tiempo de ejecución del proyecto habitacional.
Los pobladores también reclamaron a la minera que los trabajos de extracción no se realicen en las cercanías del cementerio de la comunidad. Tábora aseveró que “el meollo del asunto es que la empresa se comprometió a no pasar de 200 metros de distancia del cementerio. Resulta que ahora vamos viendo que van llegando a 30 metros”. Empleados de la empresa pidieron al Ministerio Público que desaloje la toma, ya que la falta de operación de la empresa “ha afectado a 183 empleados directos que fueron suspendidos”.
Reclamaron su derecho a trabajar libremente y aseguraron que les preocupa que la compañía cierre operaciones y se queden sin empleos.
La Asociación Nacional de Minería Metálica de Honduras emitió un comunicado en el que condena los acontecimientos sobre Minerales de Occidente y demanda que se respeten los derechos. Se vieron obligados a suspender 183 empleados debido a las pérdidas millonarias.