Tegucigalpa, Honduras.
Para salvar de la quiebra al Instituto Nacional Agrario (INA) es necesaria una reestructuración y reducción de personal.
La comisión de modernización del Estado aprobó un plan de reingeniería de las autoridades del INA, con el cual quedaría solo con 500 empleados de los 982 que cuenta.
Esto significa el despido de unos 482 empleados, de los que alrededor de 200 han expresado su disposición de abandonar la institución si les pagan sus derechos laborales, lo que para el INA implica una erogación de unos 500 millones de lempiras, dinero que no tiene.
Necesita, además, otros 500 millones de lempiras para pagarles las prestaciones a los otros 282 que serían cesanteados contra su voluntad, recursos que tampoco posee la entidad.
Aparte de los 200 empleados que se quieren retirar por su voluntad, hay unos 40 que están en la edad legal para jubilarse y demandan, también, el pago de sus derechos para proceder a tramitar su salida, manifestó el presidente del Sindicato de Trabajadores del INA (Sitraina), Ramón Bulnes.
El ministro de Finanzas, Wilfredo Cerrato, anunció que pagará cuatro meses de salarios a los empleados (septiembre, octubre, noviembre y diciembre) condicionado a que las autoridades del INA presenten un plan de reingeniería en el cual se diga con propiedad con cuántos empleados se quedará la institución.
El director del INA, Ramón Lara, informó que el plan fue presentado al ministro coordinador general del Gobierno, Ramón Hernández Alcerro, quien también preside la comisión de modernización.
Para salvar de la quiebra al Instituto Nacional Agrario (INA) es necesaria una reestructuración y reducción de personal.
La comisión de modernización del Estado aprobó un plan de reingeniería de las autoridades del INA, con el cual quedaría solo con 500 empleados de los 982 que cuenta.
Esto significa el despido de unos 482 empleados, de los que alrededor de 200 han expresado su disposición de abandonar la institución si les pagan sus derechos laborales, lo que para el INA implica una erogación de unos 500 millones de lempiras, dinero que no tiene.
Necesita, además, otros 500 millones de lempiras para pagarles las prestaciones a los otros 282 que serían cesanteados contra su voluntad, recursos que tampoco posee la entidad.
Aparte de los 200 empleados que se quieren retirar por su voluntad, hay unos 40 que están en la edad legal para jubilarse y demandan, también, el pago de sus derechos para proceder a tramitar su salida, manifestó el presidente del Sindicato de Trabajadores del INA (Sitraina), Ramón Bulnes.
El ministro de Finanzas, Wilfredo Cerrato, anunció que pagará cuatro meses de salarios a los empleados (septiembre, octubre, noviembre y diciembre) condicionado a que las autoridades del INA presenten un plan de reingeniería en el cual se diga con propiedad con cuántos empleados se quedará la institución.
El director del INA, Ramón Lara, informó que el plan fue presentado al ministro coordinador general del Gobierno, Ramón Hernández Alcerro, quien también preside la comisión de modernización.