El emblemático Teatro Manuel Bonilla, ícono del arte y la cultura en Honduras, festeja sus 100 años de existencia este mes.
Este recinto cultural fue creado en 1915 y fue el sueño de un grupo de intelectuales de aquella época como Rómulo Ernesto Durón, Floylán Turcios y Augusto C. Coello, entre otros amantes de las letras.
Este año su estructura sufrió una remoción en conmemoración de su centenario. Se realizaron trabajos de pintura general y cambio de alfombras, entre otros.
Todo esto para poder mantener la belleza arquitectónica. Con motivo de su 100 aniversario se han hecho diversas presentaciones artísticas y culturales. Estas actividades comenzaron en octubre de 2014 y finalizaron el 16 de septiembre. Hubo presentaciones de danza, conciertos, obras de teatro y se finalizó con la Orquesta Juvenil Centroamericana y del Caribe.
Fachada del Teatro Manuel Bonilla.
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La iniciativa surgió a propuesta de intelectuales jóvenes con motivo de festejar los 300 años de la obra El Quijote de la Mancha de Miguel Cervantes y Saavedra, cuando solicitaron al presidente de ese entonces Manuel Bonilla la construcción de un teatro nacional.
Inicialmente plantearon la emisión de un decreto para la construcción de un coliseo que llevara el nombre Teatro Cervantes, en el cual los capitalinos pudieran disfrutar de obras teatrales, opera y danza a la europea.
El decreto de construcción se emitió el 4 de abril de 1905, y el 5 de mayo de ese mismo año se colocó la primera piedra. Al inicio se había planeado levantar el edificio en el campo La Isla, a la orilla del río Choluteca, pero posteriormente se pensó edificarlo en un mejor lugar y se decidió hacerlo en el sitio en el que hoy se encuentra, frente al parque Dionisio de Herrera en el barrio Abajo.
Se inauguró con un baile de gala el 15 de septiembre de 1915, durante el período presidencial de Francisco Bertrand, quien apoyó su terminación dos años después de la muerte del expresidente Manuel Bonilla.
El diseño del edificio estuvo a cargo del ingeniero francés M. Surgueois. Su interior está basado en el teatro Athénee Comique de París y su construcción estuvo a cargo del español Cristóbal Prats, mientras de la pintura se encargó el hondureño Carlos Zúniga.
El teatro esta conformado por varios salones: platea, palco, galería, foyer y vestíbulos.
Cada salón tiene motivos de paisajes hondureños, con medallones laterales en palco. Toda su decoración tiene diseño renacentista y el edificio en su conjunto es un espectáculo a la vista.
Desde su fundación se le han realizado varias restauraciones, la primera en los años treinta, cuando se cambió la fachada, quitándole las columnas que le dieron por muchos años una gran elegancia al inmueble.
Posteriormente se hicieron otros cambios como la del 25 de mayo de 1989, cuya restauración fue impulsada por las esposas de funcionarios del Poder Ejecutivo. Luego se le hicieron otras mejoras en 2003, 2007 y la última este año.