Tegucigalpa, Honduras.
Las autoridades de la Secretaría de Seguridad se aprestan a asestarle un zarpazo a la Dirección de Investigación y Evaluación de la Carrera Policial (DIECP) al reducirla a una simple división dependiente del alto mando policial, lo que significaría un grave retroceso en materia de adecentamiento del desacreditado estamento policiaco hondureño.
Lo anterior está plasmado en el anteproyecto de reformas a Ley Orgánica de la Policía Nacional de Honduras que la Dirección General de la Policía por medio de la Secretaría de Seguridad pretende enviar al Congreso Nacional para su aprobación. Se trata de la enésima enmienda que el mando policial le realiza a ese cuerpo jurídico.
En el texto de la iniciativa, al cual LA PRENSA tuvo acceso, se aduce que “el proyecto pretende crear una nueva ley que permita el fortalecimiento institucional de la institución policial y una profunda transformación del sistema de seguridad pública en función de las necesidades de la comunidad”; sin embargo, en la práctica la reforma debilitaría el aún incipiente proceso de depuración policial.
El contenido de la nueva ley que proponen los policías se ha manejado en el más estricto hermetismo; no obstante, se pudo tener acceso a una copia del mismo.
Sectores de la sociedad civil consultados por LA PRENSA externaron su preocupación por esta pretensión de la cúpula policial e indicaron que de materializarse la reforma se le asestaría el tiro de gracia a la DIECP y de paso ensancharía el imperio de la impunidad y la corrupción que ha imperado por décadas en la policía hondureña.
De igual manera se conoció que las autoridades de la DIECP ya hicieron llegar al mando de la Policía y al secretario de Seguridad, Julián Pacheco Tinoco, su preocupación y las correspondientes observaciones en torno al polémico anteproyecto de ley.
Entidad autónoma
La DIECP fue creada por el Congreso Nacional el 11 de noviembre de 2011, tras la “crisis de octubre” que reveló la operación de bandas criminales y la infiltración del crimen organizado en la estructura policial.
El involucramiento de agentes y oficiales en los asesinatos de los estudiantes universitarios Carlos Pineda y Rafael Vargas, este último hijo de la rectora de la Universidad Nacional, Julieta Castellanos, desató una ola de indignación y repudio de la población hondureña, que orilló a los diputados a crear la DIECP como un ente independiente para investigar la conducta de los policías.
Para evitar su contaminación y control a lo interno de la Policía, los diputados determinaron que la DIECP operaría de forma autónoma y como un ente desconcentrado de la Secretaría de Seguridad, encargado de investigar los delitos y faltas cometidos por miembros de la carrera policial, sin perjuicio de las atribuciones del Ministerio Público, así como de vigilar permanentemente la conducta de estos, con la finalidad de implementar y ejecutar procesos constantes de depuración.
Las reformas
En el artículo 9 del anteproyecto de reforma se especifica la nueva organización y estructura de la Secretaría de Seguridad, dentro del la cual aparecen las subsecretarías, la comandancia de fuerzas, las direcciones, unidades y divisiones.
Llama la atención que dentro de esta estructura, la DIECP desaparece como tal y se le reduce a una simple “División de Investigación y Certificación Policial”, en la cola del nuevo entramado institucional.
De esta manera se le quita el rango de dirección y entidad autónoma y queda adscrita a la Comandancia de las Fuerzas Policiales, de modo que vuelve al control de la cúpula policial, similar a la desaparecida Unidad de Asuntos Internos.
Por otro lado, en el inciso k del artículo 58 se precisa que en adelante las denuncias contra un miembro de la carrera policial por la supuesta comisión de una falta o delito ya no se tramitarán a través de la DIECP, sino que se trasladarán a la Inspectoría Policial adscrita a la Comandancia de las Fuerzas Policiales. El artículo 27 precisa que la División de Investigación y Certificación Policial “será la dependencia (ya no dirección) encargada de practicar de forma general o selectiva a todos los miembros de la carrera policial, las pruebas de evaluación y confianza, tales como toxicológicas, psicométricas, pruebas del polígrafo y estudios socioeconómicos y patrimoniales y cualquier otra que se estime pertinente.
Lo anterior le resta atribuciones a la Dirección de Investigación y Evaluación de la Carrera Policial y se lo traslada a esta nueva dependencia interna.
Rechazo
Ramón Custodio, excomisionado nacional de los derechos humanos y exmiembro del Consejo Nacional de Seguridad Interior (Conasin), deploró que se pretenda asestarle este zarpazo a la DIECP y dijo que con esto la Policía quiere asumir la labor de asuntos internos y dejar nula la institucionalidad creada.
“Están suplantando de esta manera a la DIECP, además que vuelven a tener el control absoluto de la policía corrupta con total impunidad”, aseveró.
Custodio estimó que en la actual coyuntura de violencia que enfrenta el país, realizar esta reforma sería aumentar la criminalidad y garantizar que no habrá castigo para ninguno de los responsables y retornar a la nación a tiempos peores.
Custodio comparte el criterio que el hecho de que la evaluación policial la haga esta nueva División resulta “un retroceso y además se asume que la Policía va hacer pruebas de confianza, cuando no goza de la confianza de la ciudadanía”.
Las autoridades de la Secretaría de Seguridad se aprestan a asestarle un zarpazo a la Dirección de Investigación y Evaluación de la Carrera Policial (DIECP) al reducirla a una simple división dependiente del alto mando policial, lo que significaría un grave retroceso en materia de adecentamiento del desacreditado estamento policiaco hondureño.
Lo anterior está plasmado en el anteproyecto de reformas a Ley Orgánica de la Policía Nacional de Honduras que la Dirección General de la Policía por medio de la Secretaría de Seguridad pretende enviar al Congreso Nacional para su aprobación. Se trata de la enésima enmienda que el mando policial le realiza a ese cuerpo jurídico.
En el texto de la iniciativa, al cual LA PRENSA tuvo acceso, se aduce que “el proyecto pretende crear una nueva ley que permita el fortalecimiento institucional de la institución policial y una profunda transformación del sistema de seguridad pública en función de las necesidades de la comunidad”; sin embargo, en la práctica la reforma debilitaría el aún incipiente proceso de depuración policial.
El contenido de la nueva ley que proponen los policías se ha manejado en el más estricto hermetismo; no obstante, se pudo tener acceso a una copia del mismo.
Sectores de la sociedad civil consultados por LA PRENSA externaron su preocupación por esta pretensión de la cúpula policial e indicaron que de materializarse la reforma se le asestaría el tiro de gracia a la DIECP y de paso ensancharía el imperio de la impunidad y la corrupción que ha imperado por décadas en la policía hondureña.
De igual manera se conoció que las autoridades de la DIECP ya hicieron llegar al mando de la Policía y al secretario de Seguridad, Julián Pacheco Tinoco, su preocupación y las correspondientes observaciones en torno al polémico anteproyecto de ley.
Entidad autónoma
La DIECP fue creada por el Congreso Nacional el 11 de noviembre de 2011, tras la “crisis de octubre” que reveló la operación de bandas criminales y la infiltración del crimen organizado en la estructura policial.
El involucramiento de agentes y oficiales en los asesinatos de los estudiantes universitarios Carlos Pineda y Rafael Vargas, este último hijo de la rectora de la Universidad Nacional, Julieta Castellanos, desató una ola de indignación y repudio de la población hondureña, que orilló a los diputados a crear la DIECP como un ente independiente para investigar la conducta de los policías.
Para evitar su contaminación y control a lo interno de la Policía, los diputados determinaron que la DIECP operaría de forma autónoma y como un ente desconcentrado de la Secretaría de Seguridad, encargado de investigar los delitos y faltas cometidos por miembros de la carrera policial, sin perjuicio de las atribuciones del Ministerio Público, así como de vigilar permanentemente la conducta de estos, con la finalidad de implementar y ejecutar procesos constantes de depuración.
Las reformas
En el artículo 9 del anteproyecto de reforma se especifica la nueva organización y estructura de la Secretaría de Seguridad, dentro del la cual aparecen las subsecretarías, la comandancia de fuerzas, las direcciones, unidades y divisiones.
Llama la atención que dentro de esta estructura, la DIECP desaparece como tal y se le reduce a una simple “División de Investigación y Certificación Policial”, en la cola del nuevo entramado institucional.
De esta manera se le quita el rango de dirección y entidad autónoma y queda adscrita a la Comandancia de las Fuerzas Policiales, de modo que vuelve al control de la cúpula policial, similar a la desaparecida Unidad de Asuntos Internos.
Por otro lado, en el inciso k del artículo 58 se precisa que en adelante las denuncias contra un miembro de la carrera policial por la supuesta comisión de una falta o delito ya no se tramitarán a través de la DIECP, sino que se trasladarán a la Inspectoría Policial adscrita a la Comandancia de las Fuerzas Policiales. El artículo 27 precisa que la División de Investigación y Certificación Policial “será la dependencia (ya no dirección) encargada de practicar de forma general o selectiva a todos los miembros de la carrera policial, las pruebas de evaluación y confianza, tales como toxicológicas, psicométricas, pruebas del polígrafo y estudios socioeconómicos y patrimoniales y cualquier otra que se estime pertinente.
Lo anterior le resta atribuciones a la Dirección de Investigación y Evaluación de la Carrera Policial y se lo traslada a esta nueva dependencia interna.
Rechazo
Ramón Custodio, excomisionado nacional de los derechos humanos y exmiembro del Consejo Nacional de Seguridad Interior (Conasin), deploró que se pretenda asestarle este zarpazo a la DIECP y dijo que con esto la Policía quiere asumir la labor de asuntos internos y dejar nula la institucionalidad creada.
“Están suplantando de esta manera a la DIECP, además que vuelven a tener el control absoluto de la policía corrupta con total impunidad”, aseveró.
Custodio estimó que en la actual coyuntura de violencia que enfrenta el país, realizar esta reforma sería aumentar la criminalidad y garantizar que no habrá castigo para ninguno de los responsables y retornar a la nación a tiempos peores.
Custodio comparte el criterio que el hecho de que la evaluación policial la haga esta nueva División resulta “un retroceso y además se asume que la Policía va hacer pruebas de confianza, cuando no goza de la confianza de la ciudadanía”.
