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Marcha de las antorchas culmina en vandalismo

  • 14 agosto 2015 /

Tegucigalpa, Honduras.

Las marchas de las antorchas habían sido pacíficas hasta ayer, cuando terminaron en vandalismo.

Salieron a relucir piedras, patadas, agresiones, destrucción de unidades militares y gases lacrimógenos.

La marcha comenzó a inmediaciones de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (Unah), tomó la ruta del bulevar Suayapa, pero de pronto un grupo numeroso se desvió hacia la residencia del presidente Juan Orlando Hernpandez y otro a la Casa Presidencial.

Aparentemente, la consigna era crear violencia horas después de concluida la reunión que con miembros de la sociedad civil había tenido en un hotel capitalino el facilitador del diálogo enviado de la Organización de Estados Americanos (OEA), John Biehl, quien curiosamente dijo antes de los disturbios: “Sé que hay otras marchas que probablemente no sean tan pacíficas de otros grupos. Ya veremos. Ojalá no, ojalá la paz siempre se respete”.

El zafarrancho

Por la provocación que hicieron a los policías y militares, estos respondieron con bombas lacrimógenas. De inmediato se armó el zafarrancho.

Quebraron los vidrios de un bus de la Guardia de Honor en cuyo interior se trasladaban militares que cuidan la residencia del presidente Hernández.

“La gente se está cansando de solo caminar y caminar y de la indiferencia del Gobierno”, dijo el diputado del partido Libre, Jari Dixon, al justificar los actos de violencia de los manifestantes.