Iglesia Católica ordena hoy a 7 sacerdotes en catedral San Pedro

San Pedro Sula, Honduras.

En sus rostros se denota la alegría y en sus palabras la convicción. Serán sacerdotes por vocación y con un solo objetivo: evangelizar en la fe.

Todos ya han predicado el evangelio y tienen suficientes conocimientos de teología y filosofía. En las comunidades donde han servido reconocen el liderazgo y el amor con que desarrollan su vocación sacerdotal.

Hoy, la Iglesia Católica en San Pedro Sula se viste de gala y hace historia al ordenar por primera vez a un grupo de siete diáconos que han decidido seguir la voz de Dios.

Ayer, los diáconos se reunieron en la catedral para conocer detalles de la ceremonia y se mostraban felices de comenzar una nueva vida. Ensayaron la ceremonia para que hoy todo salga perfecto y así tener los mejores recuerdos de un día único en la vida de la Iglesia. Serán acompañados por sus familiares, comunidades, parroquias y amigos que se congratulan con el logro de los siete hondureños que se convertirán en pastores de la fe.

Todos son jóvenes nacidos en hogares humildes y numerosos. Los diáconos que hoy se ordenan como sacerdotes han cursado sus estudios con esfuerzo, dedicación y perseverancia apoyados por sus familias.

Vienen de distintos lugares; hay dos de Comayagua, el resto son de Jesús de Otoro, El Merendón, San Antonio de Cortés, Omoa y San Jerónimo, Copán.

El obispo Ángel Garachana será el encargado de oficiar la ceremonia y de realizar junto al obispo auxiliar Rómulo Emiliani la imposición de las manos. Con ello son ordenados como sacerdotes y les da poder para perdonar los pecados y convertir el pan y el vino en el cuerpo en la sangre de Jesucristo.

Ya una vez convertidos en sacerdotes, ellos podrán convertir la hostia en el cuerpo de Cristo y el vino en la sangre de Cristo, durante la consagración que tiene lugar en la santa misa.

En el mensaje antes de la ceremonia que se celebrará en la catedral San Pedro Apóstol, el obispo pidió orar por los nuevos sacerdotes y las vocaciones para que los jóvenes sigan el llamado de Dios.

El obispo dice que hay alegría en la Iglesia y en toda la diócesis porque el número de sacerdotes aumenta, pero se necesitan más, por lo que hay que pedir por las vocaciones.

“Será un acontecimiento único en la historia de la diócesis”, dijo Garachana.

Los sacerdotes de las distintas parroquias de la diócesis también se congratulan y hoy acompañarán a sus nuevos compañeros.

El párroco de la Santísima Trinidad, en Chamelecón, Luis Estévez, pidió a los feligreses orar por los nuevos sacerdotes y los invitó a rezar por las vocaciones.

A los padres de familia les mandó un mensaje para que apoyen a sus hijos a que descubran sus vocaciones. “Felicito a los nuevos ordenados, les digo que sigan el ejemplo de Jesucristo, el buen pastor”

El padre les deseó lo mejor y les dijo que no olviden que siempre el Señor será su guía y así como tienen esta alegría hoy la mantengan por siempre.

“Cuentan con mi oración y les pido a los fieles que hagan lo mismo porque los sacerdotes también necesitan oración y apoyo; recíbanlos en sus comunidades y oren por ellos”, pidió el presbítero.

El padre Noé Alvarenga es el responsable de pastoral vocacional y también se congratula con los siete ordenados.