Hace nueve meses comenzó la reparación de fisuras en la central hidroeléctrica Francisco Morazán,mejor conocida como El Cajón; pero pese a los trabajos, los avances son mínimos.
El proyecto de Mejoramiento de Obras Subterráneas (MOS) está en ejecución desde octubre de 2014. Las obras son ejecutadas por la compañía Astaldi, que bajo un contrato por 33 millones de dólares reparará en 18 meses las filtraciones en la represa.
LA PRENSA recorrió las galerías subterráneas de El Cajón y así constató los trabajos que Astaldi efectúa y que por ahora se enfocan en la zona más crítica de la represa: las galerías L6 y L2.
En esos túneles se concentra la mayor parte de los daños, por lo que los técnicos prevén que con el ritmo del contratista, reparar las fugas les llevará entre tres a cuatro meses.“Se trabaja actualmente en el área en que está la mayor permeabilidad. Además de las fugas, hay una falla geológica y hay cuevas que se formaron y que deben inyectarse. La zona se refuerza porque ese sector fue objeto de reparación desde 1983”, explicó Jorge Flores, geólogo de la Empresa Nacional de Energía Eléctrica (Enee).
El avance en nueve meses -aseguran los expertos- apenas es de un 10% en trabajos de perforación. Las actividades de Astaldi se concentraron en la limpieza y drenaje de la subestación, una labor que les llevó dos semanas.
Luego la compañía avanzó en la galería 78, adonde se encuentra la cimentación central, y esa tarea les tomó dos meses y medio para inyectar 975 metros de fallas. Al finalizar esta zona, Astaldi trabajó en la galería R1, la zona del estribo derecho adonde reparar 897 metros se prolongó por dos meses y medio. “Con el poco avance que se ha dado en estos nueve meses dudamos que puedan terminar en el tiempo estipulado y apenas van iniciando con la parte más complicada, en la que hay que excavar un túnel de 160 metros que debió hacerse hace dos meses. Se ha trabajado en un 10% del 50% que debería estar ejecutado”, informó Manuel Palma, director ejecutivo de El Cajón.
Las inyecciones que se hacen en las fugas subterráneas es un trabajo especial que permite la perforación e inyección en roca; el proceso lleva de tres a cuatro horas de trabajo. Un factor que a criterio de los técnicos de la Enee traerá complicaciones es que a la represa solo le faltan 28 metros para alcanzar su máximo nivel y esto complicaría las tareas de impermeabilización de las fisuras.
Medidas urgentes
La alerta de los técnicos y sindicalistas de la Enee llegó hasta la Secretaría de Infraestructura y Servicios Públicos (Insep), que de inmediato convocó a una reunión urgente a inicios de junio a Astaldi y ACI Geoconsult, empresa supervisora de la obra, a personal de la Enee y directivos del sindicato para tomar acciones ante la lentitud en el avance de los trabajos.
“Se tuvo la reunión para hacer una revisión con Astaldi y la empresa supervisora ACI Geoconsult de los avances conforme el cronograma del plan de ejecución. Se hicieron las observaciones, pero las cosas siguen iguales” expresó Palma. Los directivos del sindicato siguen atentos a la ejecución de la obra, se han tomado el papel de monitorear a diario los trabajos porque aseguran que la empresa supervisora no está cumpliendo su labor. “Hemos visto anormalidades y eso ha originado choques. Todo lo que ha ocurrido ha sido informado”, dijo Elvis Sánchez, presidente del Sindicato de la Enee.
Deben cumplir
Expertos del Colegio de Ingenieros Mecánicos, Electricistas y Químicos de Honduras (Cimeqh) y de la Cámara Hondureña de la Industria de la Construcción (Chico) afirman que se deben discutir las debilidades del proyecto y cumplir lo pactado en el contrato que se firmó. “Se debe exigir a Astaldi que cumpla al pie de la letra el contrato que firmó. Es una empresa que de inicio no trajo la maquinaria necesaria, labora con equipo viejo, inservible, que incluso hasta fundieron uno nuevo. Así como va el proyecto vamos al fracaso, y vamos a tener un proyecto de mala calidad y caro”, apuntó Sigfrido Sandoval, del Cimeqh.
Parte importante del proceso es el papel de la supervisora, que es la que debe alertar las anormalidades que se puedan detectar en la ejecución del proyecto. “Astaldi tiene que cumplir con un programa de trabajo, hay un supervisor que debe vigilar la calidad, el cronograma de trabajo y el desembolso del proyecto para determinar si va normal de acuerdo con el contrato, ellos deben verificar la calidad del avance de la obra”, dijo Óscar Calona, presidente de la Chico.
Luigi Zandedeschi, de la empresa Astaldi, manifestó que sí se terminará la obra a tiempo. “La obra se terminará en el tiempo pactado, hubo problemas con la licencia ambiental, pero se superó. Las maquinarias son potentes y reconocidas mundialmente, todo va normal”, aclaró.
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