Tegucigalpa, Honduras.
La Iglesia Católica sentó ayer su posición sobre el proceso de diálogo contra la corrupción que han emprendido los poderes del Estado con los sectores de la sociedad civil en el país.
La postura fue definida luego de conocer la propuesta del Gobierno de crear el Sistema Integrado Hondureño de Combate a la Impunidad y Corrupción presentada a la Iglesia por el presidente Juan Orlando Hernández el miércoles.
“Es urgente y necesario el fortalecimiento institucional del Estado, en particular del Ministerio Público”, dijo en un comunicado la Conferencia Episcopal de Honduras.
“No podemos callar ante el triste caso del Seguro Social, donde miles fueron y siguen siendo víctimas. Tampoco podemos callar ante la depuración inconclusa de la Policía Nacional”.
La Iglesia afirmó que el único camino para afrontar las diferencias es el diálogo, el cual debe imperar en cualquier democracia.
“En cualquier democracia, el único camino para solventar diferencias es el diálogo abierto, respetuoso y sincero, con capacidad de escucha y que provea soluciones concretas y verificables que beneficien a la sociedad”.
El comunicado señala que el país se conmueve ante la corrupción, violencia, hambre e impunidad y que desde hace tiempo, muchos hondureños y hondureñas han venido denunciando la injusticia social.
Su voz
“La Iglesia ha levantado su voz en múltiples ocasiones a través de la Conferencia Episcopal, obispos y presbíteros en sus diócesis, vida consagrada y fieles cristianos laicos, profetizando, denunciando tanto pecado”.
“No podemos ser indiferentes ante el clamor de un pueblo que llora sus muertos por tanta violencia, sufre la pobreza por falta de empleo y ve partir a sus hijos en una migración forzosa que separa familias y desarraiga a las personas de su fe y cultura porque no hay qué comer o la muerte por homicidio los acecha”.
En un país donde se han roto muchas reglas morales, jurídicas y laborales para beneficiar a pocos que se enriquecen indebidamente creemos que se debe seguir por el valiente camino de erradicar el crimen organizado, la delincuencia y el consumo de drogas que causa tanta destrucción a los jóvenes y las familias, dijeron.
Facilitadores
Al término de la reunión con el presidente Hernández, monseñor Juan José Pineda subrayó indistintamente que sea el Presidente de la República el que convoque a un diálogo, o cualquier otra persona que lo haga, en una democracia el diálogo es la única forma para sacar adelante cualquier tipo de desacuerdo o divergencia.
Advirtió que “si no hay diálogo, hay anarquía”.
Pineda confirmó que el presidente Hernández ha pedido que la Iglesia Católica presente algunas opciones de moderadores o facilitadores del diálogo, nombres que debieron haber surgido de la asamblea plenaria de la Conferencia Episcopal realizada ayer.
La Iglesia Católica sentó ayer su posición sobre el proceso de diálogo contra la corrupción que han emprendido los poderes del Estado con los sectores de la sociedad civil en el país.
La postura fue definida luego de conocer la propuesta del Gobierno de crear el Sistema Integrado Hondureño de Combate a la Impunidad y Corrupción presentada a la Iglesia por el presidente Juan Orlando Hernández el miércoles.
“Es urgente y necesario el fortalecimiento institucional del Estado, en particular del Ministerio Público”, dijo en un comunicado la Conferencia Episcopal de Honduras.
“No podemos callar ante el triste caso del Seguro Social, donde miles fueron y siguen siendo víctimas. Tampoco podemos callar ante la depuración inconclusa de la Policía Nacional”.
La Iglesia afirmó que el único camino para afrontar las diferencias es el diálogo, el cual debe imperar en cualquier democracia.
“En cualquier democracia, el único camino para solventar diferencias es el diálogo abierto, respetuoso y sincero, con capacidad de escucha y que provea soluciones concretas y verificables que beneficien a la sociedad”.
El comunicado señala que el país se conmueve ante la corrupción, violencia, hambre e impunidad y que desde hace tiempo, muchos hondureños y hondureñas han venido denunciando la injusticia social.
Su voz
“La Iglesia ha levantado su voz en múltiples ocasiones a través de la Conferencia Episcopal, obispos y presbíteros en sus diócesis, vida consagrada y fieles cristianos laicos, profetizando, denunciando tanto pecado”.
“No podemos ser indiferentes ante el clamor de un pueblo que llora sus muertos por tanta violencia, sufre la pobreza por falta de empleo y ve partir a sus hijos en una migración forzosa que separa familias y desarraiga a las personas de su fe y cultura porque no hay qué comer o la muerte por homicidio los acecha”.
En un país donde se han roto muchas reglas morales, jurídicas y laborales para beneficiar a pocos que se enriquecen indebidamente creemos que se debe seguir por el valiente camino de erradicar el crimen organizado, la delincuencia y el consumo de drogas que causa tanta destrucción a los jóvenes y las familias, dijeron.
Facilitadores
Al término de la reunión con el presidente Hernández, monseñor Juan José Pineda subrayó indistintamente que sea el Presidente de la República el que convoque a un diálogo, o cualquier otra persona que lo haga, en una democracia el diálogo es la única forma para sacar adelante cualquier tipo de desacuerdo o divergencia.
Advirtió que “si no hay diálogo, hay anarquía”.
Pineda confirmó que el presidente Hernández ha pedido que la Iglesia Católica presente algunas opciones de moderadores o facilitadores del diálogo, nombres que debieron haber surgido de la asamblea plenaria de la Conferencia Episcopal realizada ayer.