San Pedro Sula, Honduras.
En San Pedro Sula hay 16 bordos en los que residen unas 14 mil familias que no tienen esperanzas de reubicación debido a la falta de terrenos.
Nelson García Lobo, director de la Comisión de Acción Social Menonita, informó que según los estudios que han realizado, en la capital industrial cada dos años aumenta un 35% el número de familias que habitan en los bordos. Esto se debe a diversas causas, en las que repuntan la migración de personas del campo a la ciudad en busca de mayores oportunidades y la tasa de desempleo que a la vez repercute en la falta de poder adquisitivo de una vivienda.
“Es una situación muy complicada y cada vez es más aguda. Estas personas viven en condiciones deplorables con altos niveles de contaminación”, señaló.
Además de poner en riesgo a la ciudad en situación de inundaciones le da una imagen negativa.
Para Lobo solucionar esta problemática requiere voluntad política y práctica, enfatizando en que se necesitan facilidades de financiamiento para que estos ciudadanos en riesgo tengan una mejor calidad de vida.
“Ya ha habido ofrecimientos de programas para apoyar la construcción de viviendas para estos pobladores, el problema es que no existen terrenos. La Cooperación Sueca nos ofreció 2,850 viviendas regaladas con el único requisito que el Gobierno municipal en aquel entonces (2006-2009) tuviera el terreno listo para construirlas. Pero esto no fue posible”, lamentó.
En este sentido y con el objetivo de reducir la contaminación que se genera en estas zonas la Municipalidad está socializando la ordenanza municipal que prohíbe botar basura. “El artículo 92 del Plan de Arbitrios vigente establece que a la persona que se le sorprenda lanzando basura o desperdicios en un lugar público se le aplicará una multa de 500 lempiras”.
En San Pedro Sula hay 16 bordos en los que residen unas 14 mil familias que no tienen esperanzas de reubicación debido a la falta de terrenos.
Nelson García Lobo, director de la Comisión de Acción Social Menonita, informó que según los estudios que han realizado, en la capital industrial cada dos años aumenta un 35% el número de familias que habitan en los bordos. Esto se debe a diversas causas, en las que repuntan la migración de personas del campo a la ciudad en busca de mayores oportunidades y la tasa de desempleo que a la vez repercute en la falta de poder adquisitivo de una vivienda.
“Es una situación muy complicada y cada vez es más aguda. Estas personas viven en condiciones deplorables con altos niveles de contaminación”, señaló.
Además de poner en riesgo a la ciudad en situación de inundaciones le da una imagen negativa.
Para Lobo solucionar esta problemática requiere voluntad política y práctica, enfatizando en que se necesitan facilidades de financiamiento para que estos ciudadanos en riesgo tengan una mejor calidad de vida.
“Ya ha habido ofrecimientos de programas para apoyar la construcción de viviendas para estos pobladores, el problema es que no existen terrenos. La Cooperación Sueca nos ofreció 2,850 viviendas regaladas con el único requisito que el Gobierno municipal en aquel entonces (2006-2009) tuviera el terreno listo para construirlas. Pero esto no fue posible”, lamentó.
En este sentido y con el objetivo de reducir la contaminación que se genera en estas zonas la Municipalidad está socializando la ordenanza municipal que prohíbe botar basura. “El artículo 92 del Plan de Arbitrios vigente establece que a la persona que se le sorprenda lanzando basura o desperdicios en un lugar público se le aplicará una multa de 500 lempiras”.
