La Ceiba, Honduras.
Alrededor de 150 embarcaciones iniciaron la pesca de langosta en el Caribe hondureño.
La veda de cuatro meses decretada por las autoridades terminó el martes.
Con la apertura de la pesca industrial, unas cuatro mil personas, entre buzos, cayuqueros, naseros y capitanes empezaron a trabajar solo en esta región.
“Es una apertura de la pesca unificada con toda Centroamérica. Por lo que todas las embarcaciones salieron a medianoche del miércoles a faenar a los bancos de pesca, luego de haber cumplido con todos los requisitos exigidos por el Estado hondureño”, manifestó Ramón Cáceres, inspector regional de la Dirección General de Pesca y Acuicultura (Digepesca) en La Ceiba.
Hace diez días, a alrededor de 120 embarcaciones naseras se les dio permiso para que fueran a dejar las trampas a los bancos de pesca y luego regresaran a tierra firme a esperar la fecha de apertura de la pesca de langosta.
“Llevamos un control de todas las embarcaciones, verificamos que no lleven más de 2,500 trampas y que esas trampas cumplan con las medidas reglamentaria para que deje salir las crías pequeñas”, explicó el inspector.
En el caso de los más de 50 barcos con buzos que estaban parados el lunes debido a que no se les había extendido sus licencias para trabajar, salieron a pescar el mismo día que se suspendió la veda. Estas embarcaciones no pueden llevar más de 30 buzos, 200 tanques y dos compresores.
Alrededor de 150 embarcaciones iniciaron la pesca de langosta en el Caribe hondureño.
La veda de cuatro meses decretada por las autoridades terminó el martes.
Con la apertura de la pesca industrial, unas cuatro mil personas, entre buzos, cayuqueros, naseros y capitanes empezaron a trabajar solo en esta región.
“Es una apertura de la pesca unificada con toda Centroamérica. Por lo que todas las embarcaciones salieron a medianoche del miércoles a faenar a los bancos de pesca, luego de haber cumplido con todos los requisitos exigidos por el Estado hondureño”, manifestó Ramón Cáceres, inspector regional de la Dirección General de Pesca y Acuicultura (Digepesca) en La Ceiba.
Hace diez días, a alrededor de 120 embarcaciones naseras se les dio permiso para que fueran a dejar las trampas a los bancos de pesca y luego regresaran a tierra firme a esperar la fecha de apertura de la pesca de langosta.
“Llevamos un control de todas las embarcaciones, verificamos que no lleven más de 2,500 trampas y que esas trampas cumplan con las medidas reglamentaria para que deje salir las crías pequeñas”, explicó el inspector.
En el caso de los más de 50 barcos con buzos que estaban parados el lunes debido a que no se les había extendido sus licencias para trabajar, salieron a pescar el mismo día que se suspendió la veda. Estas embarcaciones no pueden llevar más de 30 buzos, 200 tanques y dos compresores.