Al menos 3 de cada 10 migrantes hondureños que han sido deportados desde Estados Unidos y México dicen que intentaron irse para escapar de la violencia, según la Pastoral de Movilidad Humana en Honduras.
Los niños, por su parte, aseguran que han migrado para evitar ser reclutados por pandillas y prefieren irse indocumentados, especialmente para Estados Unidos, explicó sor Lidia Mara Silva Souza, coordinadora de la pastoral.
Según cifras que maneja Souza, son 8,500 hondureños deportados que se han ido huyendo por la violencia este año, mientras que los restantes 20,000 argumentaron que intentaban huir de la pobreza y las extorsiones.
Las estadístas fueron realizadas durante el “Encuentro Regional Sobre Desplazamiento Forzado por Violencia” realizado en un hotel de Tegucigalpa.
Fernando Protti Alvarado, representante regional del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) para Centroamérica, Cuba y México, manifestó que muchos hondureños se van hacia otros países en busca de empleo.
Alvarado añadió que los países del triángulo norte de Centroamérica -Honduras, Guatemala y El Salvador- enfrentan una situación similar.