Tratando de encontrar la forma de acabar con los constantes abusos de los choferes de rapiditos, las autoridades estudian nuevas medidas para resolver el problema.
Las posibilidades van desde el uso de GPS (sistema de posicionamiento global) en las unidades de transporte hasta la certificación de todos los conductores.
La Policía de Tránsito inició pláticas con el Instituto Nacional de Formación Profesional (Infop) para impartir cursos de manejo, charlas de concienciación y de atención al usuario para quienes manejen los microbuses.
La Dirección General de Tránsito ya anunció que a nivel nacional todos los transportistas deberán someterse a un proceso de certificación.
Una de las alternativas más innovadoras presentadas a Tránsito es instalar GPS en cada unidad y supervisar permanentemente, por computadora o incluso celular, el comportamiento.
El programa fue presentado por un grupo de jóvenes, quienes buscan financiamiento para la idea.
Si se excede la velocidad, no respeta un alto, frena muy bruscamente o se desvía de las rutas establecidas, todo eso sería motivo para que automáticamente llegara una alerta al sistema de Tránsito y se elaborara un historial de conducta de cada motorista o incluso multarlo una vez que el vehículo sea detenido por las autoridades.
La Policía de Tránsito ha implementado que los conductores de rapidito involucrados en accidentes viales tengan que ir a charlas los sábados, iniciativa puesta en práctica para tratar de que los choferes de los microbuses reflexionen y cambien su actitud.