Ciudad de Panamá.
Empieza la VII Cumbre de las Américas con una agenda general que ha quedado en segundo plano, pues casi toda la atención se centra en lo que pueda pasar entre los mandatarios de Estados Unidos, Venezuela y Cuba.
La fragilidad de las relaciones del Gobierno estadounidense con el venezolano y cubano hacen inevitable que un aire de tensión se respire en la reunión continental, que tiene por nombre “Prosperidad con equidad: el desafío de la cooperación en las Américas”.
Lo que puede pasar y el significado de las muy probables interacciones entre el presidente de EUA, Barack Obama; el mandatario de Cuba, Raúl Castro, y el de Venezuela, Nicolás Maduro, son las grandes incógnitas en la cumbre.
Sin embargo, a último momento los tres países han dado importantes muestras de estar dispuestos a mejorar sus relaciones, aunque durante la cumbre se sabrá cuáles son las posturas definitivas de las tres naciones.
Una de las mayores expectativas es saber si Obama da el paso de pedir al Congreso estadounidense que se saque a Cuba de la lista de países que patrocinan el terrorismo, lo cual sería una decisión gigantesca para iniciar el fin de la larga e histórica enemistad política entre ambos países.
Anoche mismo, el secretario de Estado de EUA, John Kerry, se reunió con el canciller cubano Bruno Rodríguez, lo que es una señal del acercamientos de ambos países.
Golpe y caricia
El Presidente estadounidense también hizo un guiño diplomático al Gobierno venezolano ayer al afirmar: “No creemos que Venezuela sea una amenaza para Estados Unidos ni nosotros lo somos para ellos”.
Maduro no tardó en reaccionar y devolver un comentario de gentileza al gobierno de Obama: “Venezuela está preparada para iniciar una nueva era de relaciones con Estados Unidos”, indicó durante un evento en que anunció que habían reunido más de 13 millones de firmas pidiendo que EUA derogue el decreto que los calificaba como “amenaza”.
Consecuencias
La tensión entre EUA y Venezuela hizo que por segundo año consecutivo la Cumbre de las Américas se quede sin documento conjunto, pues aún ayer había una demanda del Gobierno venezolano contra el estadounidense por el decreto que lo calificaba como amenaza.
Debido a esto, los cancilleres y delegados de los 35 países americanos acordaron que el Gobierno anfitrión redacte un informe final sobre la cita, el cual sustituirá al documento conjunto que se negociaba ayer.
Así, todos los mandatarios arribaron ayer a Panamá para participar en la VII Cumbre de las Américas, la cual será histórica porque por primera vez contará con la representación de los 35 países del continente.
Empieza la VII Cumbre de las Américas con una agenda general que ha quedado en segundo plano, pues casi toda la atención se centra en lo que pueda pasar entre los mandatarios de Estados Unidos, Venezuela y Cuba.
La fragilidad de las relaciones del Gobierno estadounidense con el venezolano y cubano hacen inevitable que un aire de tensión se respire en la reunión continental, que tiene por nombre “Prosperidad con equidad: el desafío de la cooperación en las Américas”.
Lo que puede pasar y el significado de las muy probables interacciones entre el presidente de EUA, Barack Obama; el mandatario de Cuba, Raúl Castro, y el de Venezuela, Nicolás Maduro, son las grandes incógnitas en la cumbre.
Sin embargo, a último momento los tres países han dado importantes muestras de estar dispuestos a mejorar sus relaciones, aunque durante la cumbre se sabrá cuáles son las posturas definitivas de las tres naciones.
Una de las mayores expectativas es saber si Obama da el paso de pedir al Congreso estadounidense que se saque a Cuba de la lista de países que patrocinan el terrorismo, lo cual sería una decisión gigantesca para iniciar el fin de la larga e histórica enemistad política entre ambos países.
Anoche mismo, el secretario de Estado de EUA, John Kerry, se reunió con el canciller cubano Bruno Rodríguez, lo que es una señal del acercamientos de ambos países.
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El Presidente estadounidense también hizo un guiño diplomático al Gobierno venezolano ayer al afirmar: “No creemos que Venezuela sea una amenaza para Estados Unidos ni nosotros lo somos para ellos”.
Maduro no tardó en reaccionar y devolver un comentario de gentileza al gobierno de Obama: “Venezuela está preparada para iniciar una nueva era de relaciones con Estados Unidos”, indicó durante un evento en que anunció que habían reunido más de 13 millones de firmas pidiendo que EUA derogue el decreto que los calificaba como “amenaza”.
Consecuencias
La tensión entre EUA y Venezuela hizo que por segundo año consecutivo la Cumbre de las Américas se quede sin documento conjunto, pues aún ayer había una demanda del Gobierno venezolano contra el estadounidense por el decreto que lo calificaba como amenaza.
Debido a esto, los cancilleres y delegados de los 35 países americanos acordaron que el Gobierno anfitrión redacte un informe final sobre la cita, el cual sustituirá al documento conjunto que se negociaba ayer.
Así, todos los mandatarios arribaron ayer a Panamá para participar en la VII Cumbre de las Américas, la cual será histórica porque por primera vez contará con la representación de los 35 países del continente.
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