San Pedro Sula, Honduras.
La escuela de música Victoriano López continúa vulnerable ante cualquier posibilidad de cierre o recorte de personal debido a que las autoridades gubernamentales y población en general no han dado el respaldo esperado a ese centro de enseñanza.
La Secretaría de Cultura, Arte y Deportes, Educación y alcaldía no han dado señales de fijar algún aporte económico para la institución.
LA PRENSA dejó en evidencia la semana pasada las condiciones caóticas en que administran el centro educativo musical que con el paso del tiempo ha quedado asfixiado con un pírrico presupuesto de L400,000, aunque normalmente era de un millón y el presupuesto ideal que se requiere asciende a seis millones de lempiras.
“Todavía andamos tocando puertas de donantes de buen corazón. Buscamos para la escuela un presupuesto permanente y los sampedranos pueden hacer sus donaciones por pequeñas que sean”, refiere Nelson Chinchilla, presidente de la Fundación Filarmónica de San Pedro Sula.
La escuela sufrió este año un cambio en la malla curricular y ofrece un bachillerato en Ciencias y Humanidades con orientación musical, el cual exige perfeccionar la metodología de clases, pero con la falta de dinero están a punto de perder la calidad que han ofrecido.
“Lo que aprendí durante los años que estudié en la escuela fue de gran impacto para mi vida. Además, la calidad que nos impregnó nos hizo llegar muy lejos a muchos músicos sampedranos, no solo en América, sino en otros continentes”, dice Raúl López, exalumno de la Victoriano. Un total de 180 estudiantes reciben educación musical en el centro este año y el costo que pagan es menos de la mitad de lo que cuesta el servicio del mismo sistema en otros países.
Actividades
La comisión encargada de recolectar fondos anuncia que lucharán para organizar entre dos y cuatro conciertos al mes para sostener las finanzas de la institución. “El primer concierto programado se hará el 30 de abril en el auditorio de la escuela.
Esperamos contar con la presencia masiva de los amantes de la música. Habrá un homenaje póstumo a don Max Furst y los mismos estudiantes serán los que engalanarán la noche con su talento”, explica Chinchilla.
La escuela de música Victoriano López continúa vulnerable ante cualquier posibilidad de cierre o recorte de personal debido a que las autoridades gubernamentales y población en general no han dado el respaldo esperado a ese centro de enseñanza.
La Secretaría de Cultura, Arte y Deportes, Educación y alcaldía no han dado señales de fijar algún aporte económico para la institución.
LA PRENSA dejó en evidencia la semana pasada las condiciones caóticas en que administran el centro educativo musical que con el paso del tiempo ha quedado asfixiado con un pírrico presupuesto de L400,000, aunque normalmente era de un millón y el presupuesto ideal que se requiere asciende a seis millones de lempiras.
“Todavía andamos tocando puertas de donantes de buen corazón. Buscamos para la escuela un presupuesto permanente y los sampedranos pueden hacer sus donaciones por pequeñas que sean”, refiere Nelson Chinchilla, presidente de la Fundación Filarmónica de San Pedro Sula.
La escuela sufrió este año un cambio en la malla curricular y ofrece un bachillerato en Ciencias y Humanidades con orientación musical, el cual exige perfeccionar la metodología de clases, pero con la falta de dinero están a punto de perder la calidad que han ofrecido.
“Lo que aprendí durante los años que estudié en la escuela fue de gran impacto para mi vida. Además, la calidad que nos impregnó nos hizo llegar muy lejos a muchos músicos sampedranos, no solo en América, sino en otros continentes”, dice Raúl López, exalumno de la Victoriano. Un total de 180 estudiantes reciben educación musical en el centro este año y el costo que pagan es menos de la mitad de lo que cuesta el servicio del mismo sistema en otros países.
Actividades
La comisión encargada de recolectar fondos anuncia que lucharán para organizar entre dos y cuatro conciertos al mes para sostener las finanzas de la institución. “El primer concierto programado se hará el 30 de abril en el auditorio de la escuela.
Esperamos contar con la presencia masiva de los amantes de la música. Habrá un homenaje póstumo a don Max Furst y los mismos estudiantes serán los que engalanarán la noche con su talento”, explica Chinchilla.
