Si el plan de manejo para proteger la montaña de El Merendón se cumple al pie de la letra, San Pedro Sula tendrá garantizado el suministro de agua para unos 50 años, expresa Rodolfo Bueso, exgerente de la División Municipal Ambiental (Dima).
Ese plan incluye campañas de reforestación para plantar como mínimo 50 mil árboles al año, controlar las invasiones, los incendios forestales y la contaminación de las fuentes de agua.
Para los funcionarios de la concesionaria Aguas de San Pedro también debe parar el derroche del vital líquido, sobre todo en los sectores donde no hay medición. El fin es garantizar el suministro.
El exgerente de Dima asegura que garantizar el agua en la ciudad es una tarea de todos, por lo cual se deben emprender campañas en los centros educativos, así como en las empresas que buscan cumplir con su responsabilidad social.
Contrario a otras ciudades del país, el abastecimiento de agua en San Pedro Sula se paga caro; pero el líquido no falta, considera el exregidor nacionalista, Diógenes Aguilar.
“Si el agua es manejada por una compañía que únicamente paga un canon a la Municipalidad, es lógico que se garantice el servicio, pues el trabajo de ellos es cuidar la materia prima. Lo que se debe vigilar es que cumplan con las campañas de reforestación y todo lo que estipula el contrato”, expone el exfuncionario.
Producción y consumo. Por su parte, los ejecutivos de Aguas de San Pedro no se atreven a decir para cuántos años está garantizado el suministro de agua, pero la gerente técnico Verónica Pascua indica que al año se producen 80 millones de metros cúbicos y al mes la demanda en toda la ciudad es de 6.7 millones de metros cúbicos.
Control. A juicio de Pascua y de acuerdo con un estudio efectuado en la falda hídrica de la ciudad, no existirán problemas de abastecimiento en los próximos años. Es claro que esa garantía de agua está condicionada a que no se haga un uso indiscriminado y se controle el servicio mediante un sistema de medición.
“De igual forma, esta garantía dependerá de que las condiciones actuales no se alteren con un cambio climático o destrucciones de fuentes y también que se revierta la deforestación en El Merendón”.
Obstáculos. La ingeniera señala que los principales problemas son el derroche y la falta de medición. Solo el 72% de la ciudad tiene medidores.
Pascua apunta también que hay grandes obstáculos como la imposibilidad de tener la ciudad bajo un control continuo.
Otro desafío es que se cumpla con el tratamiento de agua residual, una situación que esperan solventar con la nueva administración municipal.
Con reglamento especial protegerán y desarrollarán el acuífero de Sunseri
La Corporación Municipal reglamentará la zona conocida como el acuífero de Sunseri para que se puedan hacer construcciones especiales y de esa forma protegerlo de las invasiones y urbanizaciones no reguladas.
José Antonio Rivera, comisionado de Tierras, dice que ya existe un reglamento en el que se ha trabajado y se especifican las zonificaciones y usos de suelo, así como las especificaciones técnicas de construcción. También establecen las sanciones y disposiciones. “Hay una serie de amenazas al acuífero y una buena parte se desarrolla sin ningún control. Lo que se quiere es reglamentar la zona”.
Expresó que el sector debe desarrollarse porque prácticamente está a merced de los invasores.
