15/11/2024
03:36 AM

A sus 44 años quiere un cupo en la Unah-vs para cumplir su sueño

    San Pedro Sula, Honduras.

    “Disculpe, señora. ¿Me regala su nombre? Patricia Escobar”, le respondió al guardia. “¿Viene a acompañar a su hijo al examen? No, vengo para hacerlo yo”, dijo.

    Ella dejó su trabajo de operaria de maquila en el año 2013 para buscar algo mejor y está a punto de conseguirlo.

    Se trata de Patricia Victoria Escobar Romero, una dama de 44 años cuyo desafío es ingresar a la Unah-vs a estudiar Microfinanzas.

    Desde que era una adolescente y se graduó de perito mercantil y contador público en un colegio de Choloma quedó con la “espinita clavada” de extender sus conocimientos y recibir un mejor salario por lo que hacía.

    La vida la traicionó y tuvo que trabajar en un sector que solo le proporcionaba ingresos para lo necesario, aunque nunca renunció por completo a la idea de licenciarse.

    En la actualidad solo un 2.3% de la población de la Unah-vs tiene una edad mayor a los 40 años; es decir, de 18 mil estudiantes con que cuenta unos 420 tienen más de esa edad, indican las estadísticas que manejan sus autoridades.

    Foto: La Prensa

    Patricia firma su acreditación para realizar la prueba de aptitud en la Unah-vs este 8 de marzo.
    Ajetreo

    Según el calendario de la universidad, esta semana y la anterior fueron asignadas para que los aspirantes que debían someterse al examen de admisión conocido como PAA (Prueba de Aptitud Académica) se registren y reciban su manual de estudio y allí estuvo ella, puntual. Esta vez no mandó a sus hijos a estudiar sino que ella misma se aventuró a conseguir el derecho a realizar la evaluación.

    Cada temporada que se realiza la prueba de aptitud en el centro regional, unas 4 mil personas hacen los trámites necesarios para intentar ganarse un cupo en la misma. Unos 2,800 son admitidos para estudiar una carrera de las 16 disponibles.

    Desde Choloma, Patricia viajó para ser de las primeras atendidas y lograr inscribirse. Tuvo que poner su despertador más temprano de lo acostumbrado. Las ansias de ver su nombre en el carnet de identificación de la Unah la motivó a ese sacrificio.

    “Estoy segura que puedo ser una licenciada, aunque para la gente ya estoy algo mayor. Le inculqué eso a mis tres hijos y voy a cumplir mi sueño”, expresó la cholomeña mientras esperaba en una extensa fila en las afueras del edificio 5 de la Unah-vs desde las 6:00 am.

    Tuvo que hacer el proceso en dos ocasiones porque la fecha en que le tocó hacer el trámite hubo un fallo en el sistema del departamento de Admisión. Eso tampoco la detuvo.

    “Iba a regresar cuantas veces fuera para conseguir la identificación que me dejara venir el próximo 8 de marzo a realizar el examen”, confesó.

    Fueron más de tres horas las que debió esperar para estar entre las primeras para ser atendida.

    Siempre llamó la atención de los jóvenes que hicieron la fila con ella, pues se mantuvo de pie durante el tiempo que fue necesario. “Ya a mi edad es cansado hacer estas filas. Admiro cómo hay jóvenes que están desde más tiempo acá, pero la universidad ha agilizado los trámites y ofrece más comodidades”, manifestó.

    Al menos un 89% de los aspirantes que realizan la prueba de aptitud académica trimestralmente son jóvenes entre 17 y 24 años de edad. Un 5% anda arriba de los 35 años, en su mayoría mujeres, como Escobar.

    Sueño

    La fémina, nacida en los años 70, es un orgullo para su familia. Sus hijos Victoria (25), Andrea (16) y Leónidas (13) le inyectan el ánimo que necesita para perder el miedo a los retos que no hizo en los mejores días de su juventud.

    Su esposo, que es electricista, es su fiel acompañante y le ha ofrecido todo el apoyo necesario, incluso él ha sentido el desafío de ingresar a la alma máter.

    Al llevarse la guía de estudio a casa y ser acreditada por la Unah-vs para hacer la prueba, Patricia marchó feliz y convencida que podrá ingresar al centro universitario. Aprovechará que su carrera es impartida de manera virtual y tiene una duración de dos años para alcanzar la meta. “Espero graduarme y luego emprender mi propio negocio o recibir un mejor salario en el despacho contable donde trabajo”.

    Patricia Escobar sueña con ser licenciada en Microfinanzas. Fotos: Amílcar Izaguirre.