San Pedro Sula, Honduras.
Con la construcción de las plantas de tratamiento se reduciría en un 80% la contaminación del río Chamelecón; sin embargo, autoridades continúan el debate en quién financiará el oneroso proyecto en San Pedro Sula.
La tala indiscriminada, la deforestación e incluso la basura que tiran los pobladores no provoca tanto daño a la ciudad ni a municipios vecinos como la descarga de aguas crudas domésticas e industriales que se dan en el río Chamelecón.
Riesgo
Los ríos Piedras, Blanco, Bermejo y Santa Ana, que cruzan la ciudad, están altamente contaminados, al igual que la quebrada Primavera. Todos estos depositan sus aguas en el río Chamelecón, el cual está contaminado en un 80%, según un informe del Centro de Estudios y Control de Contaminantes.
Esto lo convierte en una “cloaca abierta” y pone en riesgo la salud de miles de habitantes.
Diana Betancurt, gerente general de la firma consultora ambiental Beinsa, lamenta que la capital industrial no solo sea un foco de contaminación para sus mismos habitantes, sino también que afecte a municipios como Choloma, Puerto Cortés, Villanueva y El Progreso, ya que el Chamelecón atraviesa esos lugares y sus aguas están contaminadas.
“Con el simple hecho que San Pedro Sula haga el tratamiento de sus aguas residuales vamos a reducir en un 80% la contaminación que el río lleva hasta el mar Caribe”, dijo, luego de la entrega de los terrenos de la Municipalidad a la empresa Aguas de San Pedro en agosto de 2013.
A la concesionaria le corresponde entregar los diseños de las plantas a la Unidad de Concesiones, para continuar el proceso hacia la ejecución; pero aún las autoridades no tienen definido quién financiará el proyecto.
Con la construcción de las plantas de tratamiento se reduciría en un 80% la contaminación del río Chamelecón; sin embargo, autoridades continúan el debate en quién financiará el oneroso proyecto en San Pedro Sula.
La tala indiscriminada, la deforestación e incluso la basura que tiran los pobladores no provoca tanto daño a la ciudad ni a municipios vecinos como la descarga de aguas crudas domésticas e industriales que se dan en el río Chamelecón.
Riesgo
Los ríos Piedras, Blanco, Bermejo y Santa Ana, que cruzan la ciudad, están altamente contaminados, al igual que la quebrada Primavera. Todos estos depositan sus aguas en el río Chamelecón, el cual está contaminado en un 80%, según un informe del Centro de Estudios y Control de Contaminantes.
Esto lo convierte en una “cloaca abierta” y pone en riesgo la salud de miles de habitantes.
Diana Betancurt, gerente general de la firma consultora ambiental Beinsa, lamenta que la capital industrial no solo sea un foco de contaminación para sus mismos habitantes, sino también que afecte a municipios como Choloma, Puerto Cortés, Villanueva y El Progreso, ya que el Chamelecón atraviesa esos lugares y sus aguas están contaminadas.
“Con el simple hecho que San Pedro Sula haga el tratamiento de sus aguas residuales vamos a reducir en un 80% la contaminación que el río lleva hasta el mar Caribe”, dijo, luego de la entrega de los terrenos de la Municipalidad a la empresa Aguas de San Pedro en agosto de 2013.
A la concesionaria le corresponde entregar los diseños de las plantas a la Unidad de Concesiones, para continuar el proceso hacia la ejecución; pero aún las autoridades no tienen definido quién financiará el proyecto.
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“Tenemos entendido que la empresa concesionaria ha elaborado perfiles. Diseños a nivel de detalle por lo menos la Junta de Concesiones no los ha visto”, señaló Betancurt, quien también representa al Colegio de Ingenieros Civiles ante la Junta de Concesiones.
Inversión
El atraso de más de diez años que ha tenido la construcción de las plantas ha vuelto el proyecto oneroso, lo que impide que se ejecute y que el abonado absorba el costo.
Un estudio hecho por una compañía chilena hace unos tres años determinó que las tarifas de los sampedranos por los servicios de agua y saneamiento se duplicarían; cabe destacar que en la actualidad la inversión sería mucho mayor.
La gerencia general de Aguas de San Pedro no quiso pronunciarse al respecto, ya que están a la espera de una reunión con el alcalde Armando Calidonio.
José Antonio Rivera, regidor municipal, declaró que los colectores de las plantas de tratamiento tendrían un costo aproximado de $60 millones y las plantas como tal alrededor de $126 millones, para hacer un total de $186 millones.
“Estamos viendo los diferentes escenarios, para que Aguas de San Pedro pueda construir las plantas tendría que recuperar la inversión y sería el pueblo el que tendría que pagarlo. Algo imposible, la población no puede pagarlo”, aseveró. Otras de las opciones analizadas es lograr inversión por medio de socios externos o pedir ayuda financiera al Gobierno.
