Honduras y El Salvador impulsarán una campaña en el Congreso de Estados Unidos para que de luz verde a un presupuesto de 1,000 millones de dólares destinados a programas de desarrollo que frenen la migración ilegal de centroamericanos, acordaron este martes ambos gobiernos.
El presidente de Honduras, Juan Orlando Hernández, quien realiza una visita de un día a El Salvador, propuso a su colega Salvador Sánchez alentar la campaña debido a que el proyecto cuenta con el apoyo del mandatario Barack Obama, pero falta el respaldo del Congreso, dominado por los republicanos.
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'Estamos listos para trabajar en la gran ofensiva diplomática que seguiremos impulsando para lograr que se concrete la iniciativa', denominada Alianza para la Prosperidad, subrayó Hernández.
El Salvador, Honduras y Guatemala, el llamado Triángulo Norte, viven una crisis migratoria ilegal, agravada en el último año por la emigración de niños sin acompañantes. Unos 68.000 menores centroamericanos fueron interceptados entre octubre de 2013 y octubre de 2014, sin compañía, según los registros de las autoridades estadounidenses.
Para contrarrestar la crisis, Obama pidió al Congreso aumentar a 1,000 millones de dólares la ayuda para Centroamérica a fin de invertirlos en proyectos sociales, económicos y de seguridad en los tres países.
'No puede existir desarrollo en la región con este nivel de inseguridad que tenemos los tres países', advirtió el mandatario salvadoreño, al precisar que se creará un grupo de alto nivel que coordine las medidas en seguridad.
Los mandatarios también acordaron, entre otros asuntos bilaterales, facilitar el libre tránsito de mercaderías y personas por las fronteras, y dar seguimiento a una iniciativa que busca el desarrollo económico y social del Golfo de Fonseca (que ambos países comparten con Nicaragua).