Santa Rosa de Copán, Honduras.
El deteriorado estado de las carreteras primarias y secundarias del occidente del país preocupa al sector productor de la región, así como a sus usuarios, que ven en las vías de acceso una amenaza para sus vidas y un obstáculo para desarrollo económico del sector.
Según expertos, la vida útil de la carretera internacional finalizó hace unos 15 años; sin embargo, muy poco se hace para restaurar la importante arteria que comunica al país con El Salvador y Guatemala.
El corredor de occidente es una vía primordial que además recorre parte de cuatro departamentos: Cortés, Santa Bárbara, Copán y Ocotepeque, e intercomunica a Lempira con el occidente.
Conecta a San Pedro Sula, una de las ciudades con mayor crecimiento económico e industrial de Honduras, con las aduanas de El Poy y Agua Caliente, ambas en Ocotepeque y El Florido en Copán.
Para Gilberto Moreno, presidente de la Asociación de Ganaderos y Agricultores de Copán (AGAC), la carretera está destruida y esto se ha empeorado con las lluvias de estos días.
“No queremos presionar al Gobierno con tomas o paralizaciones, queremos que se den cuenta que esto afecta al sector productivo, la economía y desarrollo de la región”, agregó.
El mal estado de la carretera CA-4 no solo ha perjudicado la economía de occidente, caracterizada por la producción de café, también ha sido causal de accidentes de tránsito durante los últimos años.
Bache tras bache
La carretera de occidente presenta fallas graves en un gran porcentaje se sus kilómetros, pero destacan entre los tramos más destruidos los que se localizan entre los municipios de Veracruz y Nueva Arcadia, en Copán, y de ese lugar hasta Quimistán, Santa Bárbara, donde un sinnúmero de baches afectan a los usuarios de la vía CA-4.
Otros deslizamientos considerables se registran en el sector conocido como El Duende, localizado entre Santa Rosa y Cucuyagua, donde desde hace más de dos años la carretera solo es accesible en un carril.
De igual forma, la vía que comunica a Nueva Arcadia con Copán Ruinas, es decir la CA-11 presenta daños considerables por deslizamientos de tierra, hundimientos carreteros y la pérdida total en unos tres tramos del pavimento.
La CA-4 fue construida en los años 60 y luego pavimentada cerca de 1971.
Fue entre 1990 y 1994 que fue nuevamente acondicionada y restaurada por el gobierno presidido por Rafael Callejas. Desde esos años, la carretera del occidente ha sido bacheada constantemente.
Técnicos del Espacio Regional de Occidente (EROC), han recalcado que la vía resulta insuficiente para el número de vehículos que la transitan, al mismo tiempo que no es adecuada para el tráfico de vehículos de carga pesada.
Por su parte, el coordinador en la región de la Secretaría de Planificación, José Luis Maldonado, indicó que se avanza en la licitación para realizar una reconstrucción total de carretera.
El deteriorado estado de las carreteras primarias y secundarias del occidente del país preocupa al sector productor de la región, así como a sus usuarios, que ven en las vías de acceso una amenaza para sus vidas y un obstáculo para desarrollo económico del sector.
Según expertos, la vida útil de la carretera internacional finalizó hace unos 15 años; sin embargo, muy poco se hace para restaurar la importante arteria que comunica al país con El Salvador y Guatemala.
El corredor de occidente es una vía primordial que además recorre parte de cuatro departamentos: Cortés, Santa Bárbara, Copán y Ocotepeque, e intercomunica a Lempira con el occidente.
Conecta a San Pedro Sula, una de las ciudades con mayor crecimiento económico e industrial de Honduras, con las aduanas de El Poy y Agua Caliente, ambas en Ocotepeque y El Florido en Copán.
Para Gilberto Moreno, presidente de la Asociación de Ganaderos y Agricultores de Copán (AGAC), la carretera está destruida y esto se ha empeorado con las lluvias de estos días.
“No queremos presionar al Gobierno con tomas o paralizaciones, queremos que se den cuenta que esto afecta al sector productivo, la economía y desarrollo de la región”, agregó.
El mal estado de la carretera CA-4 no solo ha perjudicado la economía de occidente, caracterizada por la producción de café, también ha sido causal de accidentes de tránsito durante los últimos años.
|
Bache tras bache
La carretera de occidente presenta fallas graves en un gran porcentaje se sus kilómetros, pero destacan entre los tramos más destruidos los que se localizan entre los municipios de Veracruz y Nueva Arcadia, en Copán, y de ese lugar hasta Quimistán, Santa Bárbara, donde un sinnúmero de baches afectan a los usuarios de la vía CA-4.
Otros deslizamientos considerables se registran en el sector conocido como El Duende, localizado entre Santa Rosa y Cucuyagua, donde desde hace más de dos años la carretera solo es accesible en un carril.
De igual forma, la vía que comunica a Nueva Arcadia con Copán Ruinas, es decir la CA-11 presenta daños considerables por deslizamientos de tierra, hundimientos carreteros y la pérdida total en unos tres tramos del pavimento.
La CA-4 fue construida en los años 60 y luego pavimentada cerca de 1971.
Fue entre 1990 y 1994 que fue nuevamente acondicionada y restaurada por el gobierno presidido por Rafael Callejas. Desde esos años, la carretera del occidente ha sido bacheada constantemente.
Técnicos del Espacio Regional de Occidente (EROC), han recalcado que la vía resulta insuficiente para el número de vehículos que la transitan, al mismo tiempo que no es adecuada para el tráfico de vehículos de carga pesada.
Por su parte, el coordinador en la región de la Secretaría de Planificación, José Luis Maldonado, indicó que se avanza en la licitación para realizar una reconstrucción total de carretera.