Un tráfico infernal viven los conductores que tratan de salir de San Pedro Sula cruzando el peaje sur, pues las filas de automóviles son interminables y la espera desesperante.
Antes esto pasaba solo en horas pico, pero ahora sucede en cualquier momento y sin necesidad de que ocurra un accidente, reparaciones en las vías u operativos que retrasen el avance.
El jueves anterior, el congestionamiento vehicular llegó al extremo que desde la 1:00 pm hasta las 7:30 pm era prácticamente imposible salir por el peaje sur.
Desde la Gran Central Metropolitana hasta el peaje sur los automóviles tardan al menos dos horas y media en llegar, trayecto que en realidad debería completarse en 10 minutos si se considera la distancia entre ambos puntos.
“Sin congestionamiento en dos horas y media llegó tranquilamente desde San Pedro Sula hasta Comayagua, pero con este tráfico no he llegado ni al peaje para salir de la ciudad”, dijo el conductor de una ambulancia, quien estaba atrapado en el “mar” de automóviles del bulevar sur.
Un equipo de Diario LA PRENSA comenzó el recorrido hacia el peaje sur a las 2:00 pm, que no es considerada una hora pico, y debido al tráfico extremo pudo culminar el trayecto hasta las 4:30 pm.
Quizá están reparando la calle”, suponían algunos conductores. “Tal vez hay un accidente”, decían otros; pero lo más preocupante fue finalmente pasar las casetas y avanzar para comprobar que no había problema más que el propio tráfico.
En la desesperación, los conductores incluso usan la acera para avanzar, pero hasta ahí se forman largas filas de autos, mientras los motociclistas hacen malabares para avanzar.
En la ciudad el parque vehicular sobrepasa los 300 mil carros, según la Dirección Ejecutiva de Ingresos (DEI).
Rubén Lozano, presidente del Consejo para el Desarrollo de San Pedro Sula, refiere que la infraestructura vial está atrasada 30 años.
“El número de carros supera la capacidad de las vías. Por eso el tráfico extremo es un problema en toda la ciudad. Durante años solo ha crecido el parque vehicular, pero no la infraestructura. En esta temporada navideña crece el problema porque viene más gente”, afirma.