San Pedro Sula, Honduras.
Revelaciones escalofriantes y sin precedentes sobre el crimen de las hemanas Alvarado se plasman en el expediente judicial al que tuvo acceso La Prensa y que le valieron a la jueza para tomar la decisión de que los imputados sigan recluidos.
Teresa Muñoz, madre de las víctimas, junto con su hija Cory y Plutarco Ruiz se presentaron el sábado a las oficinas de la DNIC a interponer la denuncia de la desaparición de Sofía y María José. Los investigadores fueron al balneario Aguagua el mismo día de la denuncia y no se comunicaron con nadie porque estaba cerrado.
Regresaron al balneario el domingo y se entrevistaron con el dueño del negocio, Ventura Díaz, mostrándole fotografías de las desaparecidas. Díaz les respondió que sí habían estado en el lugar, pero como a eso de las 9.30 pm llegó un carro del cual no dio características porque se quedó afuera y ellos se fueron.
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El lunes apareció un testigo que confesó que cuando eran las 11:00 pm Plutarco sacó su arma y disparó contra las dos jóvenes, luego el pickup blanco que andaba Paco salió del balneario. Otro de los testigos también señala que Plutarco disparó en contra de María José y Sofía Trinidad; luego con Aris Maldonado arrastraron los cuerpos al vehículo blanco, salieron del balneario y luego le dijo a Ventura, a su esposa y a Aris que fueran a enterrar los cuerpos, sacaron las palas y se fueron en la camioneta.
Otros testimonios establecen que María José y Sofía Trinidad se encontraban en la fiesta de cumpleaños de Plutarco Ruiz, en el balneario Aguagua.
En horas de la noche, 9:00 y 10:00 pm, Plutarco Ruiz sacó su arma de fuego y disparó contra la humanidad de las jóvenes María José y Sofía Trinidad Alvarado Muñoz, quitándoles la vida inmediatamente, para luego arrastrar sus cuerpos y subirlos en un pickup blanco y trasladarlos al lugar conocido como aldea El Cablotal, municipio de La Arada, Santa Bárbara.
María José cayó en la pista, luego Plutarco hizo varios disparos y salió corriendo a su casa.
Los testigos dicen que observaron una discusión entre Sofía y Plutarco por celos y luego este le disparó. En las declaraciones se revelan las amenazas que Plutarco mandó a realizar a las personas que estuvieron en el trágico cumpleaños a través de Aris.
Amor y horror
En las declaraciones también se cuenta la historia de amor y terror que vivió Sofia junto a Plutarco. Sofía Trinidad conoció a Plutarco en el Instituto La Independencia hace muchos años.
Plutarco enamoró a Sofia desde el colegio, pasaron los años, pero es a mediados de septiembre que él se le acercó para cortejarla.
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“Tenían una relación más formal, llegaba a su casa. No le decía a qué horas iba a llegar, llegaba de un solo. Sofía se ponía nerviosa al verlo, él decía que tenía una muchacha embarazada y por eso ella se alejó de él.
No le contestaba llamadas; antes de esto, Sofía llegó angustiada a su casa y Plutarco la llevó a la casa de él. Tenía moretes, las orejas mordidas, tenía temor de ver pasar el carro de él por su casa, siempre mirábamos carros sospechosos”. El relato dice que Plutarco siempre le dijo a Sofía que cambiaba de carros para que no sospecharan que era él. Tenían una relación sentimental con Sofía, él estaba teniendo una posición autoritaria y María José siempre dijo que le daba mala vibra.
Sofía se ponía nerviosa al verlo, reitera el testigo. El domingo, ya cuando Sofía estaba desaparecida, Plutarco llegó a la casa de la madre manifestando que quería volver con ella.
Además, en el dictamen sicológico realizado a Paco establecen que tiene características de una persona que irradia desprecio, enojo, egocentrismo, manipulación, necesidad de afecto, poca tolerancia a la frustración, hostilidad a la figura femenina. Establece aún más que presenta un trastorno disocial debido a la personalidad con rasgos de inestabilidad emocional que se caracteriza por despreocupación antes las normas, reglas y obligaciones de la sociedad, muestra irritabilidad y agresividad debido a la baja tolerancia a la frustración, por lo que manifiesta conducta desafiante y denotando superioridad ante la figura femenina, odio que se manifestó en la muerte de Sofía y María José, según el expediente.
