San Pedro Sula, Honduras.
Los avances en educación en Honduras han sido conocidos y destacados en Asia a través de la Unesco. La Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura además invitó a las autoridades de nuestro país para conocer la forma de administrar la educación en otros países y los resultados que estos han obtenido. También para extrechar lazos de cooperación con Japón y beneficiar a los docentes hondureños.
Los avances en educación en Honduras han sido conocidos y destacados en Asia a través de la Unesco. La Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura además invitó a las autoridades de nuestro país para conocer la forma de administrar la educación en otros países y los resultados que estos han obtenido. También para extrechar lazos de cooperación con Japón y beneficiar a los docentes hondureños.
De estos y otros logros habló con LA PRENSA el ministro de Educación, Marlon Escoto, durante su visita a Nagoya, Japón.
¿Cuáles son los objetivos de su gira en Japón?
Los primeros tres días fueron para participar en la Cumbre Mundial de Educación para el Desarrollo Sostenible que patrocinan la Unesco y Japón, específicamente la ciudad de Nagoya. El cuarto día, dedicado a conocer dos universidades de la ciudad que forman docentes, la de Nanzen y la de Nagoya.
¿Qué importancia tiene para Honduras asistir a un evento como la Cumbre Mundial de Educación?
Mucha. Reconocer que todos los sistemas educativos del mundo tienen problemas similares, unos con mayor dificultad y profundidad que otros. Honduras debe estar presente siempre en estas cumbres para escuchar, conocer experiencias exitosas en países similares, compartir sus retos y desafíos de cómo hacer de la educación la piedra angular del desarrollo de un país. Por primera vez, Honduras asiste a esta cumbre mundial.
¿Hay buenas noticias para la educación en Honduras después de su visita a Japón?
Sí, muchas. La cumbre mundial orientará las acciones ya desarrolladas, permitiendo mantener el vínculo en intercambio de experiencias con bloques regionales como América Latina y el Caribe y con el resto del mundo a través de la Unesco. La visita a las universidades deja como compromiso el apoyo a Honduras para definir su modelo de formación docente a mediano y largo plazo. Las reuniones con los altos ejecutivos de la Agencia de Cooperación Internacional de Japón (Jica) en Tokio permitirán afianzar el apoyo técnico y financiero que ya existe entre ambos países.
¿Qué opinión tienen los ministros de Educación del mundo en torno a la realidad educativa de Honduras?
Causó mucha sorpresa que el ministro de Educación de Honduras fuera tan joven. Para ellos, como para nosotros, los jóvenes tienen propuestas más frescas para una verdadera reforma en un país. Me vine a dar cuenta de que mi país tiene el ministro de Educación más joven del mundo.
¿Los docentes son los grandes beneficiados con la visita a Japón?
Este país impulsará la formación de docentes hondureños. La definición del nuevo perfil docente para Honduras es el objetivo central de la visita a las universidades. Actualmente, Honduras cuenta con el apoyo de voluntarios de Japón en el área de mejora de la enseñanza de las matemáticas y algunos docentes han estado en este país para recibir entrenamiento. Esos aspectos han sido fortalecidos con la visita y con la exposición e intercambio directo.
¿Qué aprendizaje le deja como ministro de Educación codearse con colegas de países potencias y del primer mundo?
Hay varios detalles; primero que ningún país desarrolla la educación ni se desarrolla como tal sin el arraigo como pueblo y como nación. Segundo, todos los profesores son capaces de enseñar y todos los escolares son capaces de aprender cuando el ambiente educativo está permeado por hacer sentir que lo más preciado es la dignidad humana, los valores, la disciplina y el respeto. Y tercero, el mundo está abierto para ayudarnos, pero los primeros pasos se deben dar en casa.
¿Quiénes lo acompañan y cuándo regresa?
Regreso el domingo (mañana). Primero viajo de Nagoya a Tokio en el tren bala a más de 300 kilómetros por hora; significa un poco más de una hora de viaje. Luego abordaré un avión de Tokio a Hawái (Honolulú). Allí debo esperar ocho horas para volar a Atlanta. De allí tomaré el vuelo hacia Tegucigalpa. Viajo solo.
