Omoa, Cortés, Honduras.
Desde que el Gobierno intervino en el problema de la contaminación de las playas de Omoa, a causa de la basura en su mayoría hospitalaria, que arrastra el río Motagua desde Guatemala hasta las costas hondureñas, ya se han iniciado acciones al respecto.
Ayer, las autoridades del municipio, representantes de la Secretaría de Recursos Naturales y Ambiente, Copeco, Secretaría de Salud y Gobernación tuvieron una reunión en la que se conoció que ya hubo un primer acercamiento entre Cancillerías de ambos países, y Guatemala se negó a aceptar que es la raíz del problema.
“Guatemala rechaza la responsabilidad de la basura, pese a las pruebas que tenemos, todo los frascos que se recogen dicen hecho en Guatemala, sabemos que el 90% de la basura de las playas proviene del río Motagua y el 10% local”, señaló Ricardo Alvarado, alcalde de Omoa.
Ante esta respuesta, el coordinador del Gabinete de Gobierno, Jorge Hernández Alcerro, giró instrucciones específicas para tratar el problema.
La primera está enfocada en qué se va a hacer con los desechos que ya están recolectados, con los que siguen llegando y con la basura que está flotando en el mar.
La segunda es que a través de la Comisión Centroamericana de Ambiente y Desarrollo se busquen reuniones con los ministros de los países afectados, a los que se suma Belice.
La tercera linea de acción es que la Cancillería revise el protocolo para trabajar directamente con el Gobierno de Guatemala.
El cuarto accionar es trabajo de la Secretaría de Salud, que debe recolectar muestras e identificar en los frascos el lote de fabricación; con ese código se puede saber qué laboratorio lo produjo, a qué hospital fue enviado ese medicamento y hasta a qué persona se le aplicó. La última línea a seguir es revisar toda la cuenca del río Motagua, pueblo por pueblo, para identificar y mapear en qué lugares están echando la basura al río.
Desde que el Gobierno intervino en el problema de la contaminación de las playas de Omoa, a causa de la basura en su mayoría hospitalaria, que arrastra el río Motagua desde Guatemala hasta las costas hondureñas, ya se han iniciado acciones al respecto.
Ayer, las autoridades del municipio, representantes de la Secretaría de Recursos Naturales y Ambiente, Copeco, Secretaría de Salud y Gobernación tuvieron una reunión en la que se conoció que ya hubo un primer acercamiento entre Cancillerías de ambos países, y Guatemala se negó a aceptar que es la raíz del problema.
“Guatemala rechaza la responsabilidad de la basura, pese a las pruebas que tenemos, todo los frascos que se recogen dicen hecho en Guatemala, sabemos que el 90% de la basura de las playas proviene del río Motagua y el 10% local”, señaló Ricardo Alvarado, alcalde de Omoa.
Ante esta respuesta, el coordinador del Gabinete de Gobierno, Jorge Hernández Alcerro, giró instrucciones específicas para tratar el problema.
La primera está enfocada en qué se va a hacer con los desechos que ya están recolectados, con los que siguen llegando y con la basura que está flotando en el mar.
La segunda es que a través de la Comisión Centroamericana de Ambiente y Desarrollo se busquen reuniones con los ministros de los países afectados, a los que se suma Belice.
La tercera linea de acción es que la Cancillería revise el protocolo para trabajar directamente con el Gobierno de Guatemala.
El cuarto accionar es trabajo de la Secretaría de Salud, que debe recolectar muestras e identificar en los frascos el lote de fabricación; con ese código se puede saber qué laboratorio lo produjo, a qué hospital fue enviado ese medicamento y hasta a qué persona se le aplicó. La última línea a seguir es revisar toda la cuenca del río Motagua, pueblo por pueblo, para identificar y mapear en qué lugares están echando la basura al río.