Tegucigalpa, Honduras.
Envuelta en llanto comenzó a despedirse ayer la canciller de la República, Mireya Agüero, tras oficializar su renuncia al cargo ante el presidente Juan Orlando Hernández.
La ministra -que dejará el cargo el 15 de noviembre- encabezó un convivio de despedida con empleados y funcionarios de la Cancillería que la acompañaron durante su gestión.
Agüero había sido nombrada canciller en mayo de 2013 por el entonces presidente Porfirio Lobo en sustitución de Arturo Corrales, y en enero de este año fue ratificada por el nuevo Gobierno. El jueves, en un comunicado, anunció su salida aparentemente por motivos personales y familiares, y en común acuerdo con el presidente Hernández, quien todavía no designa a ningún sustituto.
“Gracias a todos por estar aquí, me voy con un sentimiento de gratitud a Dios y a ustedes por la infinidad de dones recibidos”, dijo ayer entre lágrimas a sus compañeros. “Tal como dice el poeta Rabindranath Tagore: ‘el servicio es gozo’, yo les deseo a todos que continúen descubriendo el gozo en su servicio a Honduras, como yo lo haré, estoy segura, donde quiera que esté, los llevo en mi corazón a todos”, afirmó.
Agüero afirmó que su renuncia al cargo fue motivada por la pronta llegada de un nieto, la atención y el tiempo que requieren sus padres de avanzada edad y además el espacio que requieren sus amistades.
“Es una abogada con una destacada trayectoria, diplomática consagrada, negociadora hábil, mujer con carácter, una gran señora que nunca pasa desapercibida, una dama de las cuales quedan pocas”, consideró Roberto Ochoa, subsecretario de Relaciones Exteriores.
Envuelta en llanto comenzó a despedirse ayer la canciller de la República, Mireya Agüero, tras oficializar su renuncia al cargo ante el presidente Juan Orlando Hernández.
La ministra -que dejará el cargo el 15 de noviembre- encabezó un convivio de despedida con empleados y funcionarios de la Cancillería que la acompañaron durante su gestión.
Agüero había sido nombrada canciller en mayo de 2013 por el entonces presidente Porfirio Lobo en sustitución de Arturo Corrales, y en enero de este año fue ratificada por el nuevo Gobierno. El jueves, en un comunicado, anunció su salida aparentemente por motivos personales y familiares, y en común acuerdo con el presidente Hernández, quien todavía no designa a ningún sustituto.
“Gracias a todos por estar aquí, me voy con un sentimiento de gratitud a Dios y a ustedes por la infinidad de dones recibidos”, dijo ayer entre lágrimas a sus compañeros. “Tal como dice el poeta Rabindranath Tagore: ‘el servicio es gozo’, yo les deseo a todos que continúen descubriendo el gozo en su servicio a Honduras, como yo lo haré, estoy segura, donde quiera que esté, los llevo en mi corazón a todos”, afirmó.
Agüero afirmó que su renuncia al cargo fue motivada por la pronta llegada de un nieto, la atención y el tiempo que requieren sus padres de avanzada edad y además el espacio que requieren sus amistades.
“Es una abogada con una destacada trayectoria, diplomática consagrada, negociadora hábil, mujer con carácter, una gran señora que nunca pasa desapercibida, una dama de las cuales quedan pocas”, consideró Roberto Ochoa, subsecretario de Relaciones Exteriores.