Tegucigalpa, Honduras.
El 27 de marzo de este año empezó la captura de los supuestos narcotraficantes pedidos en extradición por el Gobierno de Estados Unidos, al ser detenido en San Pedro Sula, Carlos Arnoldo Lobo, conocido como el Negro Lobo”.
Carlos Arnoldo Lobo es acusado por una corte de Florida por el delito de conspiración para distribuir droga en ese país.
El Negro Lobo fue extraditado a territorio estadounidense en mayo pasado, convirtiéndose en el primer hondureño en ser entregado a otro Estado para ser juzgado. El 10 de septiembre, fue arrestado en La Ceiba, Atlántida, Juving Alexander Suazo Peralta, presunto colaborador de El Negro Lobo.
Suazo Peralta es señalado por la DEA como responsable del envío de drogas ilícitas hacia los Estados Unidos desde Sudamérica vía aérea y marítima. Luego de ser presentado ante la Corte Suprema de Justicia de Honduras, solicitó ser extraditado de inmediato.
El 2 de octubre recién pasado, la Fuerza de Seguridad Interinstitucional (Fusina) confirmó la captura de José Inocente Valle Valle, el menor del clan Valle, en la aldea El Porvernir de Florida, Copán, en el occidente de Honduras.
Tres días después fueron detenidos en la comunidad de Las Crucitas El Caribe en Florida, Copán, Miguel Arnulfo y Luis Alonso Valle Valle. Los Valle Valle fueron designados por el Departamento del Tesoro de Estados Unidos como una de las organizaciones traficantes de droga más importantes en el extranjero. El 7 de octubre fue capturado en Tegucigalpa Héctor Fernández Rosa, quien también es pedido en extradición por Estados Unidos.
Florida, Copán
En contraste con la vida que llevaban llena de lujos, placeres y poder, los hermanos Luis Alonso y Miguel Arnulfo Valle Valle vivieron sus últimos días de libertad en la miseria, refugiados en una deteriorada casa de adobes y abandonados por sus amigos y guardaespaldas.
Las investigaciones de los cuerpos de inteligencia establecen que desde el 18 de agosto que se intensificó su búsqueda, los hermanos Valle vivieron un infierno huyendo de la justicia hasta que fueron capturados el domingo 12 de octubre en la operación Saturno 2, a cargo de la Tropa de Inteligencia y Grupos de Respuesta Especial de Seguridad (Tigres), de la Policía Nacional, con apoyo de la Agencia Estadounidense Antidroga (DEA).
Luego de que el 18 de agosto la Fiscalía incautara sus lujosas residencias en la aldea El Espíritu y sus otros bienes en diferentes sitios del país, los Valle se movilizaban por lo general en la madrugada a pie a sus refugios para evitar ser detectados por la autoridad.
Luis y Arnulfo se anduvieron escondiendo en casas y propiedades de amigos ubicadas en Florida, Copán. Las autoridades policiales y los cuerpos de inteligencia agarraron la punta de la madeja para dar con los hermanos Luis Alonso y Miguel Arnulfo Valle luego de que desde el 15 de septiembre empezara a fluir información sobre sus movimientos con la captura de varios hombres de su confianza, lo que huele a una traición.
Modesta casita
Un equipo de reporteros de Diario LA PRENSA ubicó en la aldea Las Crucitas El Caribe de Florida, Copán, el lugar donde fueron apresados los hermanos Valle y el sitio donde tenían enterrados los 11 millones de dólares que les incautaron.
A las 12:30 del mediodía, cinco horas después de búsqueda, los reporteros de LA PRENSA llegaron a una vivienda situada en la referida aldea a 500 metros de la guardarraya de la frontera de Guatemala, donde los atendió un informante.
Cuando se le preguntó en qué lugar habían estado los hermanos Valle, sin titubear contestó: “Allá, en aquella casa que está en ese cerro”, al tiempo que señalaba el lugar con su dedo índice derecho.
Tras dar esa respuesta, en forma espontánea siguió conversando con los periodistas y les dijo: “Y el pisto -los dólares- estaba enterrado acá abajo en una planadita antes de llegar a la casa”.
El informante guio a los periodistas al sitio donde tenían enterrado los dólares los Valle.
Luego de caminar más de media hora por una hondonada, el equipo periodístico llegó a la “planadita”, donde tenían enterrado Los Valle los 11 millones de dólares.
Al llegar al lugar, la fuente manifestó: “allí estaban enterrados los dólares”, y a la vez mostraba un hoyo de unos tres metros de profundidad donde está metido un tanque de agua de plástico color blanco marca Rotoplas.
En el lugar está la tierra que excavaron para dejar al descubierto el tanque de agua. La tapadera de la cisterna fue cortada con ceguetas para sacar el millonario botín.
En el sitio estaban unos postes, láminas de zinc viejas y un pedazo de plástico amarillo, con los cuales estaba cubierto el lugar donde tenían enterrado el tanque de agua con el dinero que en lempiras representan más de 231 millones de lempiras.
Tres días enterrado
LA PRENSA conoció que los dólares los enterraron los Valle tres días antes de que los capturaran.
“Tres días antes de que se los llevaran nosotros escuchamos el ladrar de los perros en la noche y la madrugada cuando supuestamente estaban enterrando el dinero”, dijo.
“Una vez que los capturaron sacaron el dinero de allí”, relató la fuente, quien indicó que los Valle cuando intentaron huir pasaron corriendo frente a su casa. Explicó que la propiedad en que se refugiaron los hermanos y donde tenían enterrado el dinero es de una mujer que vive en España.
Después el informante llevó a los reporteros a la deteriorada casa de adobe donde estuvieron los hermanos Valle refugiados.
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